Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB), en España, desarrollaron un compuesto terapéutico que mostró resultados “prometedores” para tratar el alzhéimer. Este padecimiento es la causa más común de demencia; sin embargo, solo hay fármacos con eficiencia muy limitada para tratarla.
El estudio fue publicado en la revista ACS Pharmacology & Translational Science. Según este, el fármaco ha demostrado tener efectos neuroprotectores y antiinflamatorios en dos modelos murinos (ensayos con ratones).
La patente del compuesto descubierto se licenció en una empresa farmacéutica; con esto se pondrán en marcha los ensayos preclínicos y clínicos necesarios para su aprobación sanitaria.
El periodo de desarrollo del medicamento llevó siete años de investigación; en dicho lapso, los científicos usaron un nuevo enfoque basado en los procesos inflamatorios que contribuyen a desencadenar esta enfermedad incurable y a modular su evolución.
Las estrategias que se han ensayado infructuosamente en los últimos diez años se han dirigido específicamente a la acumulación de proteína beta amiloide y la formación de placas en el cerebro; sin embargo, existen evidencias que indican que la neuroinflamación es una de las principales causas de la enfermedad de Alzheimer.
Por tanto, abordar los procesos inflamatorios del alzhéimer se ha convertido en “una estrategia terapéutica prometedor”, indicaron los investigadores.
El nuevo compuesto es un inhibidor de la epóxido hidrolasa soluble (sEH); esta es una enzima implicada en la regulación de diversos procesos fisiológicos, incluyendo la inflamación y la respuesta al dolor.
La inhibición de esta enzima, explican los investigadores, puede aumentar los niveles de los ácidos epoxieicosatrienoicos (EET) -unas moléculas bioactivas que son antiinflamatorios endógenos- y reducir así la neuroinflamación, además de promover la neuroprotección.
Los resultados del estudio muestran que el tratamiento con el nuevo compuesto tuvo efectos neuroprotectores en dos modelos de ratones de la enfermedad de Alzheimer; en ellos se presentó una mejora de la memoria espacial y de trabajo y una mejora de la red neuronal.
Esto podría ayudar a preservar la función neuronal y reducir la muerte neuronal asociada con la enfermedad de Alzheimer.
Efecto simultáneo en vías antiinflamatorias
La ventaja de este nuevo fármaco respecto a otros compuestos antiinflamatorios -que han fracasado en los ensayos clínicos y no han llegado a los pacientes por ineficacia- es que se ha demostrado que el aumento de los ácidos EET reduce la transcripción y los niveles de múltiples marcadores proinflamatorios y, al mismo tiempo, mejora las citocinas antiinflamatorias.
Este enfoque global, que afecta a varias vías inflamatorias simultáneamente en lugar de actuar en una sola, da lugar a un efecto neuroprotector que es suficiente para mejorar la sintomatología y la patología de la enfermedad de Alzheimer, aseguran los investigadores.
Modificar la progresión del alzhéimer
El tratamiento con el inhibidor de la enzima epóxido hidrolasa soluble (sEH), no sólo evita la progresión de la enfermedad; también es capaz de modificar su evolución.
Así, según los investigadores, el tratamiento mantiene los efectos de mejora cognitiva. Esto, incluso un mes después de haber dejado de administrar el fármaco en los ratones.
Constataron, también, que se preservó la integridad de la red neuronal y el recuento de dendritas (un componente de las neuronas), lo que sugiere que el tratamiento no es sólo sintomático, sino que modifica la progresión de la enfermedad en el modelo de ratón.