La legendaria ballesta de Chewbacca, utilizada en la trilogía original de Star Wars, fue subastada por la impresionante suma de 768,600 dólares en un evento organizado por Propstore, empresa especializada en recuerdos cinematográficos. La pieza, que apareció en A New Hope, The Empire Strikes Back y Return of the Jedi, superó con creces su precio estimado, que oscilaba entre 300,000 y 600,000 dólares.
Subasta de artículos icónicos del cine
El evento, realizado en Los Ángeles, incluyó un catálogo de 450 objetos relacionados con el mundo del entretenimiento. Entre los artículos más codiciados destacaron:
- El atrapa-fantasmas y pedal de Ghostbusters: Vendidos por 327,600 dólares.
- La espada atlante de Conan the Barbarian: Alcanzó los 176,400 dólares.
- El traje de Batman usado por Michael Keaton en Batman Returns: Adquirido por 157,500 dólares.
- La chaqueta T-Birds de John Travolta en Grease: Vendida por 126,000 dólares.
- La túnica de Dumbledore de Harry Potter y el príncipe mestizo: Comprada por 81,900 dólares.
- El icónico vestido de Winona Ryder en Edward Scissorhands: Alcanzó los 15,000 dólares.
Brandon Alinger, director de operaciones de Propstore; celebró el éxito del evento, resaltando que “la subasta superó nuestras expectativas y demostró la popularidad inquebrantable de franquicias como Star Wars, Batman y Ghostbusters”.
Las zapatillas de rubí de El mago de Oz: récord absoluto
A pesar del elevado precio de la ballesta de Chewbacca; el título de objeto cinematográfico más caro jamás subastado lo ostentan las zapatillas de rubí de Judy Garland en El mago de Oz (1939). En diciembre de 2024; estas emblemáticas zapatillas fueron vendidas por 28 millones de dólares; rompiendo récords y superando ampliamente su estimación inicial de 25 millones.
El portal The Guardian informó que la venta se cerró en segundos; y en minutos, la puja había triplicado la cifra inicial. Los expertos de Heritage Auctions calificaron este objeto como el “Santo Grial de los recuerdos de Hollywood”.
Un mercado en crecimiento
Las subastas de artículos cinematográficos siguen ganando popularidad; con fanáticos y coleccionistas dispuestos a pagar sumas millonarias por un pedazo de la historia del cine. Eventos como los organizados por Propstore y Heritage Auctions reafirman la nostalgia y el valor simbólico de estos objetos.
