En los próximos cinco años, México podría perder los últimos tres glaciares que aún sobreviven en su territorio: los del Citlaltépetl, Iztaccíhuatl y Popocatépetl. Esta amenaza es resultado del cambio climático y, en algunos casos, de la actividad volcánica, como se informó en un boletín de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La pérdida de estos glaciares no solo representa un desastre ambiental, sino que también afectará el sistema hidrológico regional, impactando el clima local, la agricultura y la disponibilidad de agua para consumo humano. Estos glaciares son una fuente crucial de agua para las comunidades y ecosistemas cercanos.
El impacto del cambio climático en los glaciares
Durante una mesa de trabajo organizada por la UNAM, el investigador Hugo Delgado Granados, del Instituto de Geofísica, explicó que la desaparición de los glaciares mexicanos es un proceso inevitable debido al aumento de las temperaturas. En el caso del Citlaltépetl (Pico de Orizaba), se ha documentado una reducción del 20% en su masa glaciar en los últimos cinco años. La actividad volcánica en la zona podría acelerar aún más la desaparición del hielo.
Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, resaltó que México ha experimentado un calentamiento mucho más acelerado que el promedio global. Mientras el mundo se calienta a una tasa de 2°C por siglo, México ha registrado un aumento de 3.2°C en el mismo periodo, lo que supera los límites críticos establecidos por los científicos.
La crisis hídrica y sus consecuencias económicas
La desaparición de los glaciares tiene implicaciones directas en la disponibilidad de agua en México. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el 67.8% del agua consumida en el país se destina al sector agropecuario, mientras que el 14.7% se usa para fines urbanos y domésticos.
Sophie Ávila Foucat, investigadora de la UNAM,; destacó en su intervención que la gestión sostenible del agua es clave para enfrentar este reto. Las redes de gestión ambiental colaborativa, que incluyen tanto organizaciones no gubernamentales (ONG) como autoridades gubernamentales,; deben jugar un papel central en la administración de los recursos hídricos. Sin embargo, aún persisten problemas de acceso al agua, especialmente en zonas rurales.
Medidas de adaptación y el futuro de los glaciares
A pesar de que los glaciares del Iztaccíhuatl aún sobreviven parcialmente gracias a la protección natural de las estructuras volcánicas,; su desaparición parece inevitable debido al aumento de las temperaturas. Los glaciares del Popocatépetl se han visto afectados tanto por el cambio climático como por la actividad eruptiva del volcán.
Los expertos de la UNAM han hecho un llamado urgente para que México desarrolle estrategias de adaptación al cambio climático. Estas deben incluir medidas para mitigar los impactos de la pérdida de los glaciares en el suministro de agua; y en los ecosistemas locales. La desaparición de los glaciares no solo es un desastre ambiental,; sino que también amenaza la seguridad hídrica y alimentaria del país.