El papa Francisco se presentó por sorpresa en la Basílica de San Pedro este jueves. El pontífice apareció en silla de ruedas, vestido con camiseta blanca, pantalones oscuros y un poncho. Además, llevaba cánulas nasales para oxígeno; sin embargo, pese a estar convaleciente por una infección respiratoria, recorrió el templo con la ayuda de su asistente.

Francisco llegó alrededor de las 13:00 horas y se detuvo frente a la zona de la catedral que actualmente está en restauración. Allí conversó con dos restauradores, a quienes elogió por su labor.

Durante su recorrido también bendijo a varios niños y grupos de peregrinos. Por su parte, decenas de fieles lloraron de alegría; incluso personal de su equipo de seguridad.

Papa Francisco va a la tumba de Pío X

El Papa rezó durante menos de diez minutos ante la tumba de Pío X. Y es que ha expresado en múltiples ocasiones su cercanía con este pontífice. Según Vatican News, ya había orado allí el domingo anterior, tras aparecer por primera vez en el Vaticano.

Es importante destacar que el miércoles, los reyes Carlos III y Camila visitaron al papa Francisco en su residencia.

La audiencia oficial había sido cancelada por motivos de salud. No obstante, Francisco decidió recibirlos fuera de agenda.

El domingo anterior, también hizo una aparición inesperada al final de la misa del Jubileo de los enfermos.

Dio la bendición final y saludó a los fieles, apenas días después de recibir el alta médica. Su recuperación, aunque lenta, está cargada de gestos pastorales y cercanía con el pueblo.