El Komander canceló su concierto programado en Querétaro tras una disposición oficial que busca frenar espectáculos relacionados con la narcocultura. El evento se realizaría el 27 de abril en el marco de la Feria de la carne, el vino y el ixtle, pero fue suspendido por decisión del presidente municipal de Ezequiel Montes, quien señaló que no se permitirá fomentar expresiones que glorifiquen la violencia.

La medida responde a una postura estatal más estricta ante los narcocorridos, cuyos mensajes —según las autoridades— representan una apología del delito. El comunicado oficial destaca que la música tiene un fuerte poder de transformación social, por lo que no debe normalizar discursos contrarios a la paz y los valores comunitarios.

Más cancelaciones por el mismo motivo

Este caso no es aislado. La agrupación Los Alegres del Barranco también fue retirada recientemente del cartel de la Expo Fiesta LZC 2025 en Michoacán, donde se les prohibió participar por el mismo argumento: no promover espectáculos que exalten al crimen organizado.

En ese contexto, Carlos Alberto Alcaráz Gutiérrez, secretario de Gobierno de Querétaro, declaró que se está trabajando de forma coordinada con los municipios para evitar que estas expresiones artísticas lleguen a espacios públicos.

El caso de Luis R. Conríquez en Texcoco

La polémica se intensificó tras un incidente ocurrido el 11 de abril en el Palenque de la Feria del Caballo en Texcoco, donde Luis R. Conríquez fue agredido verbal y físicamente por el público tras negarse a interpretar narcocorridos. La decisión del artista se basó en nuevas disposiciones oficiales y en su compromiso personal con la seguridad del evento.

En sus redes sociales, el cantante explicó que realizará cambios en el contenido de sus letras para seguir conectando con su público sin promover violencia. No obstante, la reacción fue violenta: se lanzaron objetos al escenario y se dañaron instrumentos, lo que obligó a suspender el espectáculo.

Narcocultura, música y responsabilidad social

El debate sobre los límites de la libertad artística se intensifica en México. Aunque Claudia Sheinbaum ha aclarado que su gobierno no censura la música, sí promueve concienciación social para evitar glorificar temas como la misoginia o el narcotráfico.

La controversia creció tras un concierto en Guadalajara donde se rindió homenaje a un líder criminal, lo que derivó en sanciones internacionales y restricciones estatales. A raíz de esto, varios artistas, incluido Conríquez, han anunciado un cambio de rumbo en sus propuestas musicales.

La cancelación del concierto de El Komander en Querétaro forma parte de un movimiento creciente en México para limitar la difusión de contenidos que promuevan la violencia. Las autoridades, artistas y sociedad civil se enfrentan al desafío de equilibrar la libertad de expresión con la responsabilidad social, en medio de una transformación cultural que busca mayor conciencia sobre el impacto de la música en la vida cotidiana.