Microsoft confirmó que subirá los precios de sus productos Xbox en mercados clave como Estados Unidos, Europa, Australia y Reino Unido. La razón se debe a los aranceles impulsados por la administración de Donald Trump, que han encarecido la producción y distribución de dispositivos electrónicos.
El anuncio, realizado este jueves a través del blog oficial de Xbox, detalla que la consola Xbox Series X pasará a costar 600 dólares en EE.UU., 100 más que su precio anterior. También se verán afectados los controles, juegos exclusivos y otros accesorios de la marca.
La industria ante los aranceles
El ajuste de precios no es exclusivo de Microsoft. Sony ya había aumentado el precio de la PlayStation 5, que ahora cuesta alrededor de 700 dólares. Nintendo también se ha visto obligada a retrasar los pedidos anticipados de la nueva Switch 2, prevista para junio, debido a la incertidumbre generada por estas políticas comerciales.
Los aranceles afectan especialmente a productos fabricados en Japón, China y Vietnam, países clave en la cadena de suministro tecnológica. Esta medida ha provocado un efecto dominó en la industria del videojuego.
Impacto en el consumidor
Además de las consolas, los juegos exclusivos de Xbox también verán un incremento, con algunos títulos alcanzando los 80 dólares. Esto marca un nuevo estándar de precios que podría extenderse a otras plataformas, como ya lo hizo Nintendo con el lanzamiento de Mario Kart World.
Expertos advierten que, con una posible recesión económica y una inflación en aumento, el gasto discrecional de los consumidores podría verse limitado, lo que pondría en riesgo el crecimiento de la industria del gaming en los próximos meses.
El aumento de precios en Xbox refleja un ajuste forzado por los aranceles internacionales y una tendencia general en el mercado. Las consolas serán clave para el crecimiento del sector en 2025, pero los consumidores deberán asumir costos más altos. ¿Afectará esto las decisiones de compra?