Donald Trump anunció este domingo un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos. El presidente explicó que la medida pretende frenar lo que considera una «destrucción» del cine estadounidense, provocado por incentivos ofrecidos por otros países para atraer a productores y estudios.
La decisión fue comunicada a través de Truth Social, donde el mandatario afirmó haber autorizado al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de EE. UU. para implementar la medida de forma inmediata. Trump no precisó si esta política incluirá a series de televisión ni detalló cómo se aplicarán estos nuevos aranceles.
¿Por qué impone Trump esta medida?
Trump justificó la acción señalando que la industria cinematográfica de Estados Unidos está “muriendo rápidamente” debido a los atractivos fiscales y beneficios que otros países ofrecen a cineastas norteamericanos. Aseguró que se trata de un “esfuerzo concertado por parte de otras naciones” y lo calificó como una “amenaza para la seguridad nacional”.
Según el presidente, el éxodo de estudios hacia el extranjero ha perjudicado seriamente a zonas como Hollywood, lo que a su juicio requiere una respuesta firme en materia de política comercial.
Reacciones y tensiones internacionales
El anuncio ocurre en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países, especialmente China. En abril, el gigante asiático limitó la cantidad de películas estadounidenses que se pueden proyectar oficialmente en su territorio, en represalia por aranceles impuestos por Washington a productos chinos, que en algunos casos superan el 140%.
Esta decisión china afectó las expectativas de ingresos de Hollywood, que considera al mercado chino como el segundo más importante del mundo para la industria del cine.
Inquietud en la industria audiovisual
Dentro del propio sector cinematográfico estadounidense, varios actores de la industria han expresado preocupación por las nuevas barreras comerciales. Temen que la imposición de aranceles reduzca la colaboración internacional y limite el alcance global de sus producciones.
Los distribuidores, en particular, podrían verse perjudicados al tener menos opciones de contenido extranjero, y las coproducciones con estudios de otros países podrían volverse económicamente inviable.
La decisión de Trump de aplicar un arancel del 100% a películas extranjeras podría marcar un giro drástico en la política cultural y comercial de Estados Unidos. Aunque busca proteger a los estudios locales, sus consecuencias a nivel internacional aún son inciertas, y la industria del cine se enfrenta a un panorama de mayor tensión y fragmentación.
¿Es esta una solución efectiva o un obstáculo para el desarrollo global del cine?