La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que prohibir narcocorridos no siempre es la mejor solución. Durante su conferencia matutina del lunes en Palacio Nacional, declaró que es preferible promover música con mensajes positivos y educar a la población, en lugar de aplicar censura sin contexto.

Sheinbaum se refirió a las recientes decisiones tomadas por algunas fiscalías y gobiernos estatales para restringir este tipo de contenido musical, en especial tras la imputación contra integrantes de Los Alegres del Barranco en Jalisco. La mandataria reiteró su enfoque: más que prohibir, se debe orientar a los jóvenes hacia propuestas culturales que no hagan apología de la violencia.

«México Canta», la respuesta cultural del Gobierno

En este contexto, el Gobierno federal impulsa el festival México Canta, un concurso dirigido a jóvenes de 18 a 34 años con el objetivo de fomentar la música regional mexicana sin contenido violento ni relacionado con el crimen organizado.

Sheinbaum afirmó que existe un fuerte rechazo social hacia los narcocorridos. Señaló que la mejor forma de reducir su influencia es educar. “A veces lo mejor no es prohibir. Es mejor orientar para que los jóvenes elijan otra música”, dijo.

Controversias recientes reavivan el debate

La polémica en torno a los narcocorridos ha tomado fuerza en semanas recientes. Un ejemplo fue el homenaje que Los Alegres del Barranco rindieron durante un concierto en Zapopan a Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Esto llevó a la Fiscalía de Jalisco a imputarlos por apología del delito.

Otro incidente ocurrió en la Feria de Texcoco, cuando el cantante Luis R. Conriquez se negó a interpretar narcocorridos por órdenes de las autoridades estatales. Esta decisión provocó disturbios entre los asistentes.

La presidenta llama a la reflexión y la cultura

Aunque algunos estados han optado por la prohibición directa, Sheinbaum insistió en que la vía más efectiva es una transformación cultural basada en el rechazo voluntario a la música que glorifica la violencia. “Desde mi perspectiva, más que prohibir es educar y orientar”, puntualizó.