Reestructuración global ante crisis financiera

La automotriz japonesa Nissan planea cerrar varias plantas en el mundo, incluidas dos en México, según reportes de medios japoneses. El plan forma parte de una profunda reestructuración que busca reducir costos tras registrar una de sus mayores pérdidas anuales.

El diario Yomiuri y la agencia Kyodo News señalaron que Nissan cerrará fábricas en Japón, México, India, Argentina y Sudáfrica. Las plantas mexicanas bajo análisis aún no han sido identificadas, pero representan parte del ajuste global de 7 fábricas.

Los recortes incluyen la eliminación de 20.000 empleos y un ahorro estimado de 3.400 millones de dólares (500 mil millones de yenes). En Japón, Nissan busca cerrar las plantas de Oppama y Hiratsuka, ambas en Kanagawa, donde también está su sede corporativa.

La planta de Oppama produce vehículos eléctricos como el Leaf y tiene una capacidad de 240.000 unidades anuales. Hiratsuka fabrica vehículos comerciales con una capacidad de 150.000 unidades. Ambas representan cerca del 30 % de su producción nacional.

De concretarse, sería el primer cierre de una planta principal en Japón desde 2001.

Competencia china y productos obsoletos

Nissan enfrenta una presión creciente por la competencia china en vehículos eléctricos, que ha ganado cuota rápidamente en el mercado global.

Además, el fabricante japonés lucha con una gama de productos rezagada, incentivos excesivos a concesionarios y alta deuda. El mercado estadounidense, clave para Nissan, no ha respondido como se esperaba, agravando su crisis de rentabilidad.

Esta semana, Nissan confirmó el cierre de siete plantas, pero no especificó cuáles. La especulación apunta a dos fábricas en México. En respuesta, la compañía afirmó que “los informes son especulativos” y negó haber tomado decisiones oficiales sobre cierres.

“Nuestra empresa no ha anunciado cierres. Los reportes no son ciertos”, aseguró Nissan Shatai, filial encargada de manufactura.

Iván Espinosa, nuevo director ejecutivo desde abril, dijo que la reestructura puede rescatar a Nissan sin alianzas externas. Un intento de fusión con Honda fracasó este año, lo que provocó el relevo del anterior CEO.

Espinosa afirmó que no se trata de achicar, sino de “reajustar el tamaño de la empresa” para hacerla viable. La situación de Nissan se mantiene en desarrollo, con especial atención en su impacto para los trabajadores mexicanos y su industria automotriz.