Un accidente en una de las autopistas de Jundiaí, a 75 kilómetros de San Pablo, dejó una situación inusual. Un camión que transportaba tanques de colorante para hueveras de celulosa chocó y derramó su contenido. El colorante, que originalmente iba destinado a teñir productos, tiñó el Lago de las Tulipas, un afluente del río Jundiaí que atraviesa uno de los pulmones verdes más importantes de la región. Además, el líquido azul afectó la fauna local y alteró el entorno natural.
¿Cómo afectó el accidente?
El colorante, a base de ácido acético, cayó sobre el asfalto y en el lago. Mientras que tres de los tanques se vaciaron sobre la carretera, dos más fueron derramados directamente en el lago, afectando tanto a los animales como al agua. Gansos y patos fueron rescatados con el plumaje teñido de azul, y los peces murieron debido a la caída abrupta del pH del agua. La fauna y flora del lugar están siendo monitoreadas para evaluar el daño.
El impacto del colorante en el ecosistema local
El colorante derramado es menos tóxico que otros productos químicos, lo que ha tranquilizado a las autoridades. El coronel João Gimenez, coordinador de la Defensa Civil de Jundiaí, destacó que aunque el incidente no es grave comparado con otros tipos de contaminación, es necesario monitorear el lago y la fauna para evaluar los efectos a largo plazo.
Sin embargo, expertos como Jorge Bellix de Campos, presidente de la ONG Mata Ciliar, advierten que aún es temprano para medir el impacto total en la fauna, especialmente en aves con tractos gastrointestinales delicados. Los animales rescatados han recibido baños de desintoxicación y se sigue evaluando su recuperación.
Acciones para restaurar el entorno
A pesar del accidente, las autoridades locales confían en que el lago podrá recuperarse en los próximos días. Las labores de limpieza y las pruebas constantes de calidad del agua continúan. Se espera que en una semana el Lago de las Tulipas recupere su color y acidez natural.