Tragedia humanitaria tras intensas lluvias

Las inundaciones, Nigeria y muertos marcan el saldo trágico de un desastre natural que sigue dejando consecuencias devastadoras.

El número de personas fallecidas por las inundaciones en Nigeria aumentó a 151, según la Agencia de Gestión de Emergencias del estado de Níger (Nsema). Ibrahim Hussaini, director de la agencia, confirmó que más de 3.000 personas han sido desplazadas y 503 familias resultaron afectadas.

Además, 265 viviendas fueron destruidas completamente por el fenómeno natural.
Las comunidades de Tiffin Maza, Anguwan Hausawa y otra más quedaron arrasadas por la fuerte corriente.

Las inundaciones comenzaron tras intensas lluvias que azotaron por varias horas la región de Mokwa, en el estado de Níger. Mokwa, clave en el comercio agrícola entre el norte y sur del país, sufrió graves daños estructurales.

Este desastre natural no solo dejó una crisis humanitaria, sino que también perjudicó seriamente a la economía local.

El aumento del caudal de los ríos y la falta de sistemas de drenaje adecuados agravaron la situación. Las autoridades locales han iniciado operaciones de rescate y asistencia para los desplazados, pero los recursos son limitados. Hussaini había reportado 117 muertos el día anterior, lo que indica que el número sigue creciendo conforme avanzan los trabajos de recuperación.

Impacto económico y social del desastre

Las inundaciones también han generado serias preocupaciones en sectores económicos de Nigeria. Mokwa funciona como un punto estratégico para el transporte de productos agrícolas entre regiones.

Con caminos intransitables y puentes destruidos, el abastecimiento de alimentos y bienes está en riesgo. Además del alto número de muertos, la pérdida de viviendas y cosechas representa un duro golpe para las familias rurales.

Las autoridades han pedido apoyo nacional e internacional para atender la emergencia.
Algunos países vecinos ya han ofrecido asistencia humanitaria y técnica para evaluar daños y evitar futuras catástrofes.

La población local enfrenta ahora el desafío de reconstruir sus vidas sin acceso inmediato a recursos básicos. Las inundaciones en Nigeria continúan siendo un recordatorio de la vulnerabilidad climática que amenaza a millones en la región.

La situación sigue en desarrollo, y las cifras podrían aumentar conforme se completen las labores de búsqueda.