Cada año se generan 400 millones de toneladas de plástico en el mundo, del cual se recicla menos de un 10 por ciento; por su parte, 11 millones de toneladas terminan en lagos, ríos y mares.

Así lo advirtió la ONU en el Día Mundial del Medioambiente que se conmemora cada 5 de junio.

La fecha se estableció en 1973 y cada año un país diferente ejerce de anfitrión y organizador; este año, correspondió a la República de Corea, por su “papel activo” en las negociaciones del Tratado Global contra la Contaminación por Plásticos.

De los plásticos generados anualmente, dos tercios componen productos efímeros como vasos y botellas de un solo uso o pajitas. Dichos productos se convierten en poco tiempo en desechos que, mal gestionados, llegan a los océanos; incluso, hasta a la cadena alimentaria.

Ingesta de plástico anual en humanos

De acuerdo con investigaciones recientes, los seres humanos ingieren unas 50 mil partículas de plástico al año; esto, sin contemplar las que se inhalan.

Al respecto, un informe en Nature Medicine concluyó que los plásticos acumulados en cerebros humanos analizados aumentaron aproximadamente 50 por ciento en los últimos ocho años.

Por su parte, el investigador del Instituto de Acuicultura de Torre de la Sal, Diego Kersting, confirmó el descubrimiento de concentraciones de microplásticos en una de las poblaciones de coral amenazado más importantes del Mediterráneo -el Cladocora caespitosa o coral cojín- que “superan con creces los valores considerados potencialmente dañinos para los organismos”.

ONU llama a transformar consumo

Ante ese panorama, Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destacó la importancia de un enfoque integral que transforme la “forma en que producimos, consumimos y gestionamos este material”.

También, insistió en actuar “a lo largo de todo el ciclo de vida del plástico”; no solo en la gestión del residuo. En ese sentido, defendió el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) porque si se da “un valor económico a los envases no acabarán en las cunetas”.

Es importante destacar que el SDDR consiste en cobrar un importe adicional por cada envase que adquiere el consumidor; este se le devuelve cuando lo retorna.