La Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), informó que una ligera concentración de polvo del Sahara entrará a territorio mexicano, especialmente en la península de Yucatán. Este fenómeno ocurre cada año, principalmente entre abril y octubre, y suele intensificarse en los meses de junio y julio.
Aunque las concentraciones previstas son moderadas, las autoridades emitieron recomendaciones para prevenir posibles afectaciones en la salud, principalmente entre personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
¿Qué es el polvo del Sahara y cómo afecta?
La masa de aire seco y polvoriento, conocida como Capa de Aire Sahariano (SAL, por sus siglas en inglés), cruza el océano Atlántico y alcanza América en esta época del año. En México, su presencia puede generar impactos leves a moderados, especialmente en zonas del sureste del país.
El SMN aclaró que, aunque no se esperan efectos significativos, es importante tomar precauciones ante los posibles síntomas asociados con la exposición a partículas finas.
Posibles efectos en la salud
Los especialistas señalan que la exposición al polvo del Sahara puede provocar:
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Problemas respiratorios: Las partículas pueden afectar a personas con asma, EPOC o bronquitis, e incluso generar síntomas como tos seca o dificultad para respirar en personas sanas.
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Irritación ocular y cutánea: Es común que cause picazón en los ojos, enrojecimiento y molestias en la piel.
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Riesgos cardiovasculares: Algunos estudios sugieren una relación entre la exposición prolongada y el aumento de eventos como accidentes cerebrovasculares, sobre todo en personas con condiciones previas.
Recomendaciones para la población
Ante la presencia del polvo del Sahara, las autoridades recomiendan:
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Permanecer en interiores y cerrar ventanas, especialmente si hay alerta de alta concentración.
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Utilizar cubrebocas si es necesario salir.
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Monitorear los reportes de calidad del aire locales.
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Hidratarse bien y proteger los ojos con gafas y gotas lubricantes.
Seguimiento del fenómeno
La llegada del polvo a México ocurre días después de que, el 2 de junio, una densa nube cubriera gran parte del Caribe. Según reportes, esta masa también se desplazará por zonas del sureste de Estados Unidos, incluyendo Florida, Luisiana, Alabama y Mississippi.