Shakira volvió a los escenarios de Miami con un espectáculo inolvidable ante 65,000 asistentes en el Hard Rock Stadium. La cantante colombiana, que ahora reside en esta ciudad junto a sus hijos, abrió su show con un mensaje cercano: «Siempre es bueno regresar a la manada», dando inicio a una noche cargada de música, emoción y celebración personal.
En el primero de sus dos conciertos en Miami, parte de la gira «Las mujeres ya no lloran», la artista contó con Alejandro Sanz y Ozuna como invitados especiales. Con un repertorio en español e inglés, Shakira repasó distintas etapas de su carrera, combinando sonidos latinos, rock y pop, y confirmando que ha dejado atrás el dolor que inspiró sus temas más recientes.
Un espectáculo lleno de simbolismo
La noche fue más que un concierto: fue una manifestación de amor propio, donde la cantante agradeció al público por ayudarla a cumplir un sueño. Sus palabras y energía conectaron con una audiencia diversa, que soportó altas temperaturas para verla en vivo.
La escenografía incluyó 13 cambios de vestuario, en sintonía con los distintos bloques musicales y emocionales del show. Desde trajes brillantes hasta vestidos etéreos, cada conjunto reflejó momentos clave de su trayectoria.
Moda, nostalgia y poder femenino
El público también fue parte del espectáculo, vistiendo atuendos que homenajeaban cada etapa de la artista: desde cintillos con orejas de loba hasta faldas con monedas para evocar sus raíces árabes. Shakira caminó al escenario rodeada de amigas, modelos y periodistas, consolidando el espíritu colectivo y femenino de la gira.
Entre los momentos más memorables, destacó su interpretación de ‘Antología’ y el dueto con Alejandro Sanz en ‘La Tortura’. El cierre llegó con ‘Bzrp Music Sessions, Vol. 53’, mientras llovían billetes ficticios con su rostro, en una clara alusión a su empoderamiento tras su ruptura con Gerard Piqué.
Gira en marcha y más fechas por anunciar
Tras sus dos fechas en Miami, Shakira continuará su gira con 11 presentaciones en Estados Unidos, 15 en México y 2 en Perú. Aún se esperan nuevas fechas en Europa y reprogramaciones para Boston y Washington DC.
Shakira no solo regresó a los escenarios: se reencontró con su gente, con su esencia y con una fuerza renovada. La artista demostró que, tras las lágrimas, viene la luz… y el baile.