El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha clasificado como reservados, por un periodo de hasta cinco años, los permisos otorgados al youtuber estadounidense MrBeast para grabar en zonas arqueológicas mayas. Esta decisión se debe a que actualmente hay un procedimiento administrativo en trámite, según lo revelado en respuesta a la solicitud de información 330018325000312.

La institución justificó que la divulgación de dichos documentos podría causar perjuicios a su estrategia legal, por lo que se mantendrán confidenciales hasta el año 2030, conforme al artículo 112 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

Justificación legal y situación actual

El INAH aclaró que se encuentran en curso acciones legales relacionadas con el caso y que la reserva de información tiene como fin proteger sus estrategias de defensa institucional. Los documentos serán desclasificados únicamente cuando dejen de existir las causas que motivaron su clasificación.

En paralelo, el director general del INAH, Diego Prieto, señaló que se mantiene un proceso de conciliación con la empresa Full Circle Media, productora de MrBeast. El objetivo es obtener una disculpa pública, establecer un convenio de colaboración y lograr una reparación simbólica del daño ocasionado al patrimonio arqueológico mexicano.

Declaraciones encontradas

El 18 de mayo, MrBeast negó públicamente estar enfrentando alguna demanda por parte del INAH. Sin embargo, Prieto afirmó que el creador de contenido se ha contradicho en sus declaraciones y recalcó que el uso de imágenes con fines comerciales no fue autorizado.

De acuerdo con el funcionario, los permisos otorgados contemplaban ciertas condiciones que no fueron respetadas durante la grabación ni en el proceso de posproducción del video, titulado “Exploré templos de 2000 años de antigüedad”, disponible en el canal de YouTube del influencer.

Detalles del incumplimiento

Según el INAH, la producción debía seguir una guía proporcionada por personal arqueológico, pero esto no se cumplió. Además, se detectó que las imágenes fueron editadas posteriormente con fines comerciales, sin previa autorización. Esta acción es considerada una extralimitación de los términos establecidos inicialmente.

El Instituto afirmó que ni ellos ni la Secretaría de Cultura permitirán el uso indebido de patrimonio cultural con fines lucrativos.