Las tensiones dentro del jurado en el nuevo juicio contra Harvey Weinstein en Nueva York se intensificaron este lunes, cuando los 12 integrantes mostraron señales claras de desacuerdo durante su tercer día de deliberaciones. La situación obligó al juez Curtis Farber a intervenir y aclarar las reglas del proceso, ante la dificultad para alcanzar un veredicto consensuado.
El exproductor enfrenta acusaciones por dos agresiones sexuales en primer grado y una violación en tercer grado, cargos que podrían llevarlo a una pena máxima de hasta 29 años de prisión. La deliberación se ha visto marcada por desacuerdos internos, dudas legales y alegatos de presión indebida entre los jurados.
Solicitudes al juez y dudas legales
Durante la jornada, el jurado envió dos notas al magistrado: una para pedir precisión sobre las normas de deliberación y el concepto de “duda razonable”; y otra para saber cómo actuar en caso de no poder llegar a una decisión unánime. La presidenta del panel también solicitó una reunión privada con el juez por “una situación que no es muy buena”.
El abogado defensor Arthur Aidala declaró que algunos miembros estarían considerando información no incluida como prueba en el juicio y presionando a otros jurados, lo que calificó de injusto. Incluso pidió anular el juicio por supuesta «contaminación» del jurado, solicitud que fue rechazada por Farber.
Fricciones internas y presión emocional
Una integrante del jurado señaló que el ambiente de discusión había cambiado respecto a la semana anterior, sugiriendo cierto avance. Sin embargo, también se reportaron conversaciones fuera de la sala oficial y alegatos de intimidación entre los propios jurados.
Días atrás, un miembro intentó excusarse del panel tras presenciar estos incidentes, pero su petición fue denegada. En paralelo, los jurados han solicitado revisar testimonios clave y correos de las denunciantes, lo que muestra el nivel de profundidad y tensión en las deliberaciones.
Un jurado bajo presión
El panel está compuesto por siete mujeres y cinco hombres, y ya enfrentó contratiempos desde su formación: una de las integrantes fue reemplazada en la primera sesión por problemas de salud y ansiedad severa. La defensa pidió postergar la deliberación hasta su regreso, pero fue rechazada.
El juicio contra Harvey Weinstein avanza bajo una fuerte presión interna entre los jurados, reflejo de la complejidad del caso y del contexto emocional que rodea los delitos sexuales de alto perfil. El desenlace dependerá de si logran alcanzar la unanimidad requerida o si el desacuerdo se vuelve insalvable.