En la madrugada del viernes, Israel lanzó una ofensiva aérea contra Irán bajo el nombre de “León Ascendente”, dirigida a instalaciones nucleares, fábricas de misiles y objetivos militares estratégicos. Las explosiones sacudieron Teherán y áreas cercanas, marcando un nuevo punto de tensión en la prolongada rivalidad entre ambas naciones.

El ataque fue confirmado por medios israelíes y autoridades de defensa. Ian Katz, ministro de Defensa de Israel, declaró el estado de emergencia y advirtió sobre posibles represalias iraníes con misiles y drones. El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que los bombardeos continuarán «el tiempo que sea necesario».

Objetivos militares y estrategia israelí

De acuerdo con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la operación responde a informes recientes que sugieren que Irán ha acelerado su desarrollo nuclear. Avi Gil, oficial de las FDI, explicó que Israel actuó ante una “ventana de oportunidad estratégica” y la inminente pérdida de visibilidad sobre los avances iraníes.

La campaña militar no será un ataque aislado. Fuentes israelíes indicaron a CNN que se planean múltiples rondas de bombardeos, con el objetivo de eliminar por completo la infraestructura nuclear iraní.

Respuesta de Irán y el panorama regional

Irán respondió a través de sus canales oficiales asegurando que no inició la ofensiva y que sus sistemas de defensa aérea están operando a plena capacidad. La televisión estatal NITV informó que la milicia iraní permanece en alerta máxima.

A pesar de las acusaciones israelíes, Teherán sostiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos, una postura que ha sido respaldada por servicios de inteligencia estadounidenses.

Escalada con posibles consecuencias regionales

La ofensiva israelí incrementa el riesgo de una guerra regional en Medio Oriente. Expertos temen que este conflicto escale y atraiga a otros actores regionales en apoyo a Irán o Israel, dependiendo del desarrollo de los próximos días.

Netanyahu calificó este momento como “decisivo” para la historia de Israel, subrayando el compromiso del país con su seguridad nacional. Miles de soldados de reserva han sido movilizados ante la posible intensificación del conflicto.