Un sismo de magnitud 6.1 remeció este domingo por la mañana las ciudades de Lima y Callao, provocando pánico entre los habitantes, sobre todo en edificios altos. El movimiento dejó un saldo preliminar de una persona fallecida y cinco heridas, además de algunos deslizamientos y afectaciones en viviendas, según reportes ciudadanos.
El Instituto Geofísico del Perú detalló que el epicentro se ubicó a 30 km al suroeste del Callao, a una profundidad de 49 km, registrándose exactamente a las 11:35 a.m. Pese a la intensidad, las autoridades descartaron daños estructurales graves y confirmaron que no hay riesgo de tsunami en el litoral.
Daños menores y deslizamientos en la Costa Verde
Tras el temblor, usuarios en redes sociales compartieron imágenes de desprendimientos de tierra en el malecón de Chorrillos, al sur de Lima. También se observaron algunos muros cuarteados en zonas residenciales. Las autoridades locales siguen realizando evaluaciones para determinar el impacto total.
Sin alerta de tsunami, pero con tensión
La Marina de Guerra del Perú aseguró que el evento sísmico no generó condiciones para un tsunami, lo que tranquilizó a vecinos del Callao, quienes inicialmente expresaron su preocupación a través de medios como RPP. La Dirección de Hidrografía y Navegación publicó un mensaje en X desmintiendo cualquier alarma sobre este posible riesgo.
Perú y su alta sismicidad
El país se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una región con alta actividad sísmica. El último gran terremoto se produjo en Ica en 2007, con más de 500 víctimas fatales. La población está habituada a estos eventos, pero el temor se reactiva con cada nuevo movimiento.
Aunque este reciente sismo no provocó una catástrofe mayor, evidencia una vez más la vulnerabilidad sísmica del país. La prevención y la información oportuna siguen siendo claves para enfrentar emergencias de este tipo.