Investigadores del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, en colaboración con expertos del Sloan Digital Sky Survey (SDSS), están construyendo el mapa más detallado del medio interestelar de la Vía Láctea. Este trabajo, iniciado hace casi seis años, ya permite generar resultados científicos gracias a una nueva técnica de observación espectroscópica y a un software innovador desarrollado en México.

El proyecto, que utiliza tecnología de punta y telescopios robóticos instalados en el Observatorio Las Campanas en Chile, busca comprender mejor el gas y polvo interestelar que influye en la evolución de las galaxias, incluida la nuestra.

Tecnología mexicana al servicio del universo

Uno de los logros clave del proyecto es el software Data Analysis Pipeline, desarrollado por el equipo del IA. Este sistema corrige con precisión los parámetros estelares y de emisión en las imágenes. Así, permite un análisis más detallado del medio interestelar.

La eficacia de este método fue comprobada al capturar una imagen detallada de la constelación de Orión, compuesta por cerca de 200 mil fotografías individuales, que cubren un área cientos de veces mayor que la Luna. Y aun así, esto representa menos del 1 % del área total que se planea mapear.

Un nuevo enfoque espectroscópico

El sistema utiliza espectroscopía de campo integral. Esta técnica descompone la luz de las galaxias para analizar su composición química. A diferencia de intentos anteriores, ahora se usan equipos robóticos de última generación. Estos se llaman Local Volume Mapper (LVM) y funcionan como lentes gran angular conectados a espectrógrafos avanzados.

Gracias a este enfoque, cada observación cubre un área del tamaño de la Luna llena. Hasta ahora, se han realizado más de ocho mil tomas. Esto representa cerca del 20 % del mapa total previsto.

Claves para entender el ciclo estelar

Este nuevo mapa ayudará a los astrónomos a estudiar con mayor detalle el ciclo de formación estelar y el enriquecimiento químico. También permitirá entender mejor cómo evolucionan las galaxias. Las observaciones muestran que las estrellas más masivas y brillantes, aunque poco comunes, enriquecen el medio interestelar con elementos pesados.

El investigador Sebastián Sánchez Sánchez indicó que entender este proceso ayuda a identificar regiones con química compatible con la vida.