EE. UU. lanza ataque y cambia el rumbo del conflicto
El presidente Trump confirmó un ataque directo contra tres instalaciones nucleares en Irán.
Este movimiento marca la entrada formal de Estados Unidos en la guerra.
El ataque se realizó con aviones furtivos y municiones penetrantes.
Trump aseguró que el operativo fue “exitoso” y que los pilotos regresaron sin bajas.
Las instalaciones atacadas fueron Fordow, Natanz e Isfahán, claves para el programa nuclear iraní.
El presidente prometió dirigirse a la nación para explicar el ataque y sus implicaciones.
El ataque fue coordinado con inteligencia israelí, según medios internacionales.
Trump dijo que su objetivo fue detener el desarrollo de armas nucleares en manos de Teherán.
Altos mandos del Pentágono señalaron que la operación fue preparada durante varias semanas.
Este ataque representa un punto de inflexión en la tensión entre Irán e Israel.
Reacciones internacionales y posibles represalias
Irán respondió al ataque prometiendo represalias “severas y directas”.
El gobierno iraní calificó el bombardeo como una violación grave al derecho internacional.
Funcionarios advirtieron que responderán si se repiten los ataques a sus instalaciones nucleares.
China y Rusia pidieron una desescalada inmediata del conflicto.
En EE. UU., legisladores cuestionaron que Trump no consultara al Congreso antes del ataque.
Israel, en contraste celebró el golpe como un acto de defensa regional.
Expertos alertan que este ataque podría derivar en una guerra abierta en toda la región.