El Parlamento iraní solicitó el cierre del estrecho de Ormuz tras los recientes ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes. Esta propuesta aún debe ser aprobada por el Consejo Nacional de Seguridad de Irán. Si se confirma, tendría un fuerte impacto en el comercio mundial.
El estrecho de Ormuz es un punto estratégico ubicado entre Irán y Omán. Por sus aguas se transporta cerca del 20% del petróleo y gas a nivel global. Este paso marítimo conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y mide 54 kilómetros en su punto más estrecho.
Importancia estratégica del estrecho de Ormuz
Cada día, unos 13 buques cisterna cruzan el estrecho, transportando más de 15 millones de barriles de petróleo. Por años, Irán ha amenazado con bloquear este paso; además, estas amenazas son una respuesta a las sanciones de Estados Unidos, especialmente relacionadas con su programa nuclear.
Desde la retirada de EE.UU. en 2018 del acuerdo nuclear de 2015, las tensiones han escalado. En 2019, el endurecimiento de sanciones sobre exportaciones petroleras llevó a Irán a amenazar nuevamente con cerrar el estrecho.
Medidas iraníes para evitar bloqueos
Ante el riesgo de cierre del estrecho, Irán inauguró en 2021 una terminal petrolera en el mar de Omán, en la ciudad de Jask. Esta instalación está conectada al campo petrolero de Goreh mediante un oleoducto de mil kilómetros. Tiene una capacidad inicial para transportar 300 mil barriles diarios.
Este proyecto permite a Irán exportar petróleo sin cruzar por el estrecho, minimizando riesgos ante posibles bloqueos o ataques en la zona.
Escalada reciente y consecuencias globales
Las tensiones aumentaron en abril de 2024 tras el ataque al consulado iraní en Damasco, atribuido a Israel. Este evento estuvo cerca de provocar el cierre del estrecho.
Actualmente, la operación militar israelí contra infraestructuras iraníes y la respuesta de EE.UU. mantienen la región en alerta. Un cierre del estrecho de Ormuz afectaría severamente los mercados energéticos mundiales y la estabilidad regional.