Durante su presentación en el Kaseya Center de Miami, Alejandro Fernández sorprendió al público al compartir que vivió un tenso momento con un oficial de policía poco antes del concierto. El cantante, conocido como «El Potrillo», explicó que estuvo a punto de ser detenido por mover un cono de tránsito para ingresar al recinto, lo que casi derivó en su deportación, según relató en tono nervioso.
La situación, ocurrida el sábado por la tarde, generó reacciones entre los asistentes y fanáticos en redes sociales. Aunque el incidente no pasó a mayores, ha despertado dudas sobre posibles consecuencias legales o migratorias para el artista mexicano.
¿Riesgo para su visa de trabajo?
Especialistas en derecho migratorio coinciden en que, al no haber cargos formales, Fernández no tendría motivos para perder su visa. Sin embargo, advierten que exponer públicamente el suceso podría atraer revisiones por parte de las autoridades de inmigración en Estados Unidos.
El caso se suma a una serie de obstáculos que otros exponentes del regional mexicano han enfrentado recientemente para ingresar a EE.UU., como Julión Álvarez y Grupo Frime, ya sea por razones administrativas o por controversias ligadas a sus carreras.
La gira continúa sin cancelaciones
Pese al altercado, la gira de Alejandro Fernández sigue en marcha. Las siguientes fechas lo llevarán a Estero (Florida), Texas, California y Nevada. Hasta ahora no se han reportado cambios en el calendario ni problemas para cruzar la frontera estadounidense.
Durante su show en Miami, el artista expresó: “La situación está complicada. Traten de no hacer desmadres… uno nunca sabe cómo puede acabar. ¡Viva México!”, lo que provocó una ovación del público.
Lo ocurrido con Alejandro Fernández deja en evidencia el ambiente de mayor vigilancia hacia artistas extranjeros en EE.UU. Aunque el incidente no tuvo repercusiones legales inmediatas, sirve como recordatorio de los estrictos controles migratorios. Su gira continúa, pero la anécdota ya forma parte de su paso por el país.