La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmó la condena civil contra Luis de Llano Macedo por el abuso sexual que cometió contra Sasha Sokol cuando ella tenía 14 años. Este fallo, emitido ayer, sienta un precedente fundamental al declarar que los casos de abuso sexual infantil no prescriben en la vía civil.

Con la sentencia queda firme la resolución de 2023 que ordena al productor ofrecer una disculpa pública, tomar un curso de prevención, abstenerse de hablar sobre la víctima y cubrir una indemnización por daño moral. La cantante anunció que donará el monto a ADIVAC, organización de apoyo a víctimas de violencia sexual.

Justicia sin límite de tiempo

El fallo histórico establece que las víctimas podrán exigir reparación sin importar cuántos años hayan pasado, eliminando así la prescripción en juicios civiles por abuso sexual infantil. La decisión fue respaldada por los ministros de la Primera Sala, con ponencia de Jorge Mario Pardo Rebolledo y atracción del caso por parte de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

La SCJN subrayó que limitar el tiempo para presentar denuncias vulnera el derecho al acceso a la justicia, especialmente cuando las víctimas enfrentan miedo, vergüenza o procesos de silenciamiento que pueden durar décadas.

Impacto más allá del caso personal

Sasha Sokol celebró el fallo como una victoria colectiva. Reconoció el proceso como largo y doloroso, pero necesario para recuperar su dignidad y abrir un camino legal a otras personas que han sufrido abusos similares en la infancia.

“El abuso no terminó a los 14 años”, expresó, al referirse a las declaraciones públicas de De Llano que intentaron justificar los hechos. Subrayó que ninguna sentencia borra el daño, pero que el haber llegado hasta este punto le devolvió la capacidad de acción y el control de su vida.

Un mensaje para otras víctimas

Con este precedente, cualquier víctima de abuso sexual infantil en México tendrá la posibilidad de acudir a la justicia civil sin estar limitada por el tiempo. La sentencia refuerza el derecho a vivir una vida libre de violencia y a salvaguardar la integridad personal.

El caso de Sasha Sokol no solo representa un acto de reparación individual, sino que se convierte en una herramienta de justicia para miles de víctimas que durante años han guardado silencio. La decisión de la Corte da un mensaje claro: nunca es tarde para alzar la voz y buscar justicia.