En Virginia, no se aplicará completamente una ley de 2020 que prohíbe la terapia de conversión en menores de edad; por ello, las autoridades no impondrán sanciones a los orientadores que participen en estas prácticas. Incluso, queda abierta la puerta para seguir realizándolas.
La decisión forma parte de un acuerdo legal con un grupo conservador basado en la fe, el Centro de Leyes de Libertades Fundacionales, que había demandando al estado argumentando que la ley violaba los derechos constitucionales.
Como resultado, no se castigará a quienes ofrezcan las terapias, siempre que los pacientes participen voluntariamente.
Tras la determinación, Shaun Kenney, portavoz de la Oficina del Fiscal General de Virginia, emitió un mensaje de celebración.
Demócratas expresan molestia
Sin embargo, defensores de los derechos LGBTQ y legisladores demócratas expresaron su descontento; entre ellos, el senador Scott Surovell, líder de la mayoría demócrata.
Al respecto, señaló que “todas las organizaciones psiquiátricas profesionales han condenado la terapia de conversión. Dicen que no funciona y que es contraproducente”.
Es importante señalar que la terapia de conversión ha sido ampliamente desacreditada por expertos médicos y psicólogos. Esta práctica busca cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona.
Hasta el momento, ha sido prohibida en 23 estados de Estados Unidos; también en el Distrito de Columbia, según el Movimiento de Avance del Proyecto (MAP, por sus siglas en inglés).