La jueza Maame Frimpong ordenó al gobierno de Donald Trump detener las redadas migratorias indiscriminadas en el sur de California en las que arresta a personas con base en su perfil racial, como el color de piel o el idioma que hablan.

Asimismo, prohibió a la actual administración restringir el acceso de los abogados en un centro de detención en Los Ángeles.

La decisión de la magistrada llegó tras la demanda que presentaron personas afectadas por las redadas y organizaciones de derechos humanos; en la acusación, denunciaron que en los operativos se han cometido múltiples violaciones de derechos humanos; principalmente por el perfil racial.

Ante la denuncia, el Departamento de Seguridad Nacional negó las acusaciones; incluso, afirmó que son “repugnantes y categóricamente falsas”.

Orden detendrá capturas sin sospecha razonable

Por su parte, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles del Sur de California (ACLU SoCal), uno de los grupos que representan a los demandantes, detalló en un comunicado que la orden de la jueza “prohíbe a los agentes de inmigración detener a personas sin una sospecha razonable”.

También va contra las detenciones que se basan en factores como raza o etnia; hablar español o inglés con acento; tipo de empleo y la presencia en determinados lugares como estaciones de autobús, lavaderos de autos o explotaciones agrícolas.

Cabe mencionar que las redadas migratorias comenzaron hace un mes en el área metropolitana de Los Ángeles. Desde entonces, han generado un fuerte rechazo social e incluso han derivado en enfrentamientos con agentes de Trump. Esto ha convertido a California en un símbolo de resistencia contra el republicano.