El gobierno de Estados Unidos implementó un arancel del 20.91 por ciento sobre el jitomate mexicano, tras retirarse el Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping sobre Tomates Frescos de México vigente desde 2019. Esta medida, impuesta por el Departamento de Comercio estadounidense, busca limitar las importaciones mexicanas consideradas a precios injustos y proteger a los productores locales. El arancel afecta exclusivamente las exportaciones de jitomate fresco de México hacia Estados Unidos, el principal mercado destino.
Este cambio se produce luego de que el acuerdo que permitía exportar jitomate mexicano sin recargos arancelarios expirara, y Estados Unidos advirtiera en abril que aplicaría el impuesto a partir de julio. México es uno de los principales productores mundiales de jitomate, con una producción continua durante todo el año, en contraste con la producción estacional en Estados Unidos. En 2023, México exportó 1.8 millones de toneladas de jitomate a Estados Unidos, por un valor aproximado de 2,800 millones de dólares.
Alcance del arancel
La imposición del arancel responde a la percepción de Estados Unidos. Consideran que el acuerdo anterior no protegió bien a sus productores frente a las importaciones mexicanas. El recargo del 20.91 por ciento afecta a la mayoría de los envíos de jitomate fresco. Esto representa un incremento significativo en los costos de exportación para México.
Impacto en mercados y consumidores
El impuesto tendrá un impacto directo en los precios del jitomate en Estados Unidos. Afectará desde supermercados hasta productos derivados, como salsas y platillos en restaurantes. Expertos estiman un aumento cercano al 10 por ciento en los precios al consumidor. También prevén una reducción del 5 por ciento en la demanda. Esto podría afectar el consumo y la oferta en México, debido a una probable disminución en las exportaciones.