Disneyland cumple 70 años desde que abrió sus puertas por primera vez en Anaheim, California, con el sueño de ofrecer un lugar donde padres e hijos pudieran divertirse juntos. Este aniversario se conmemora con un espectáculo inédito, protagonizado por un animatrónico hiperrealista de Walt Disney, quien ahora da la bienvenida a los visitantes del parque.
La figura se presenta dentro del show Walt Disney: A Magical Life, que se lleva a cabo en el histórico Opera House, el mismo recinto donde desde 1965 se presenta Grandes momentos con Mr. Lincoln. En esta nueva experiencia, Disney «regresa» a escena para compartir su historia con tecnología avanzada que le permite gesticular, mover las manos e incluso dar un paso, algo nunca antes visto en este tipo de figuras.
Tecnología e historia se fusionan
El animatronic fue desarrollado por el equipo de Walt Disney Imagineering, con una piel flexible que reacciona a sus expresiones y movimientos realistas. La escena está ambientada en 1963, considerado el punto más alto de su carrera. Aparece en su icónica oficina de Burbank, California, recreada con precisión gracias al apoyo del Museo de la Familia Disney.
Cada detalle, desde los anillos hasta sus gestos, fue reconstruido a partir de grabaciones originales. “Queríamos mostrar que Walt fue una persona real, no solo una marca”, explicó Tom Fitzgerald, director creativo de Imagineering.
Un viaje emotivo por su legado
El show comienza con un cortometraje de 15 minutos narrado por Bob Iger, actual presidente de The Walt Disney Company, que repasa los momentos más importantes de la vida de Walt. Al final, el animatronic toma la palabra durante tres minutos con su voz original y deja un emotivo mensaje sobre la importancia de soñar.
La familia Disney asistió a una función previa y se mostró profundamente emocionada al ver a Walt recreado con tal fidelidad.
Más homenajes por los 70 años
Como parte de la celebración, se exhibe una réplica del departamento que Walt compartía con su esposa Lilian sobre la estación de bomberos en Main Street. También se develó una ventana con su nombre, en tributo permanente. La exposición incluye piezas originales como las primeras orejas de Mickey Mouse, la banca donde nació la idea de Disneyland y trofeos personales del fundador.