El papa León XIV solicitó al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, un alto al fuego inmediato y el fin del conflicto en Gaza. La petición incluyó también la protección de los lugares de culto y de los fieles afectados por la violencia.

La solicitud se dio un día después del bombardeo a la parroquia católica Sagrada Familia en Gaza, que causó tres muertos y varios heridos, incluyendo al párroco Gabriele Romanelli.

El ataque a la parroquia y la respuesta del Vaticano

Durante una llamada telefónica, el papa expresó su profunda preocupación por la crisis humanitaria en Gaza. Señaló que los más afectados son los niños, ancianos y enfermos, y reiteró la urgencia de proteger a los civiles y los sitios religiosos.

El ataque israelí impactó una iglesia que albergaba a más de 400 desplazados, entre ellos personas con necesidades especiales. La comunidad internacional condenó el hecho y el Vaticano calificó la acción como “injustificable”.

Reacciones y esfuerzos humanitarios

Netanyahu lamentó el incidente y atribuyó la tragedia a una “munición perdida”. El primer ministro reconoció que cada vida inocente perdida es una tragedia, tras conversar con el presidente de EE.UU., Donald Trump.

Previo a la llamada con Netanyahu, el papa hizo un llamado para detener la matanza de inocentes y mantuvo comunicación con el Patriarca Latino de Jerusalén,; cardenal Pierbattista Pizzaballa, quien junto al Patriarca greco-ortodoxo Teófilo III, ingresaron a Gaza con 500 toneladas de ayuda humanitaria.