César Porto: cantar también es soltar

Con más de quince años de trayectoria en la música, César Porto ha labrado su camino con pasión, entrega y una voz que se reconoce desde la primera nota. Nacido en la Ciudad de México, comenzó a cantar desde niño, ignorando las advertencias comunes sobre el “artista que se muere de hambre” y apostando por lo que realmente le hace feliz: cantar, conectar, contar historias.

Exintegrante de proyectos como Kvork, Tierra Venus y Voyz Collective, ha compartido escenario con figuras como Grupo Elefante, Camila y Manuel Mijares, y ha entrenado vocalmente a artistas como Erik Canales, Jesús Zavala e Ingrid Coronado. Sin embargo, fue un reto de salud vocal en 2024 lo que lo llevó a reenfocar su carrera y dar un salto valiente hacia su etapa como solista.

Su nuevo sencillo: Pasado Pasado

Con ese nuevo impulso, César Porto lanza Pasado Pasado, una canción que, más allá de lo musical, funciona como un espejo emocional para quien la escucha. Es también una declaración de intenciones: la de un artista que se atreve a mirar de frente al dolor para transformarlo en arte

“Pasado Pasado es una canción que escribimos entre Benjamín Díaz —quien es el productor de toda mi música— y San Juan, un artista de Chihuahua. Nos sentamos los tres a componer y, como en casi todas mis canciones, hay una historia detrás. Aunque esta vez no fue solo una historia mía, coincidimos los tres en situaciones que hemos vivido o en cosas que hemos escuchado de otras personas”.

César Porto lanza Pasado Pasado, su debut como solista.
César Porto en entrevista para Síntesis y Los Rostros.

El mensaje que busca transmitir

César sabe que muchas veces el dolor persiste porque no sabemos dejar ir. Nos aferramos a la idea de lo que fue o lo que pudo haber sido, y nos cuesta aceptar que soltar también es una forma de amor propio. Ese es, precisamente, el centro emocional de la canción.

“La canción habla de cuando estamos en una relación y nos aferramos a que no termine. Queríamos transmitir ese mensaje de: ‘Bueno, sí amas a esa persona, pero si ya no está funcionando, suéltala. No te tortures mientras estás vivo’. En el video también tratamos de mostrar eso: aunque el personaje está rodeado de opciones —hay tres chicas que lo rodean, lo tocan— él sigue extrañando a una sola persona, sigue pensando en ella. No importa quién esté a su alrededor, si esa persona ya no quiere continuar, hay que agradecer lo vivido y seguir con nuestras vidas de la mejor manera”.

Aferrarse duele, soltar libera

El aprendizaje, dice, no fue sencillo. El artista se muestra transparente al reconocer que lo humano también es resistirse, aferrarse, aún sabiendo que eso puede doler más que soltar.

“Así somos los humanos: nos aferramos a cosas, a situaciones, a personas… y es, quizá, lo menos sano que podemos hacer. Pero es parte de cómo fuimos educados, de lo que aprendimos. Es un trabajo interno aprender a soltar”.

De compartir el escenario a cargar con todo

Iniciar esta nueva etapa como solista también ha implicado un cambio de dinámica. Ya no hay voces que se repartan las respuestas en las entrevistas ni compañeros que sostengan el silencio entre una canción y otra. Ahora, cada palabra dicha o cantada recae en él, con todo el peso —y la libertad— que eso implica.

“En cosas como las entrevistas, por ejemplo, antes éramos tres o cuatro en la banda, entonces te apoyas, ya hay camaradería. Pero ahora como solista dices: ‘Pues ya, tú dices todo. Si te equivocas, eres tú; si la riegas, eres tú’. También, claro, los aciertos son completamente míos, de este lado de la cámara, porque detrás seguimos siendo un equipo. Se siente diferente, tienes que concentrarte más, hay menos margen de error. Pero al mismo tiempo, ya pasé por muchas cosas, hay cierta madurez, cierto aprendizaje que te da confianza”.

Historias que también son tuyas

César también reconoce que parte de lo que le ha permitido conectar con el público es la honestidad con la que cuenta sus propias historias. A través de sus letras, ha aprendido que la vulnerabilidad no es debilidad, sino una forma poderosa de acercarse a quienes, como él, buscan respuestas o consuelo en la música.

“Cuando uno escribe sus historias, se da cuenta de que no es el único en el mundo que las ha vivido. Tú puedes haber pasado por algo similar, otras personas también. Entonces, creo que la gente puede escuchar la canción y decir: ‘A mí me ha pasado eso’. O tal vez están en ese momento en el que siguen aferrados a alguien que ya no los quiere… y no saben cómo soltar”.

César Porto lanza Pasado Pasado, su debut como solista
César Porto en entrevista para Síntesis y Los Rostros.

La música: compañera de vida

La música, asegura, está presente en cada momento de la vida: en los inicios, en los duelos, en los reencuentros. Y Pasado Pasado es parte de ese acompañamiento.

“La música está con nosotros en los momentos felices, tristes, en todo. Vas en la calle, estás en el trabajo… siempre hay música. Y en este caso, con Pasado Pasado, queríamos decirle a la gente: ‘No eres el único al que le pasa. A muchos nos ha pasado, y sí se puede salir de ese ciclo de aferramiento’”.

El niño que prefería las canciones de adultos

El amor por la música llegó a su vida desde muy pequeño. No fue por herencia ni por tradición familiar, sino por una curiosidad temprana que lo llevó a preferir las letras intensas de José José sobre las melodías infantiles. Mientras otros niños cantaban Cri-Crí, él ya se asomaba a un universo emocional más complejo.

“Yo empecé a cantar de manera autodidacta cuando tenía ocho o nueve años, más o menos. En mi familia no había nadie que se dedicara a la música, entonces lo veían como ‘la gracia del niño’, ¿no? Como un chiste. ‘Mira, canta’.
Pero yo me acuerdo que desde pequeño, por ejemplo, me regalaron todos los cassettes de Cri-Crí, y aun así yo iba y agarraba los de José José. Tenía como cuatro años y ponía su música. Les daba risa porque eran letras para adultos, y yo ya me sentía identificado de alguna manera. Desde ahí empecé a darme cuenta de que eso era lo que me llamaba la atención”.

Entre estudios y acordes

Aunque en un inicio la música convivía con la expectativa académica familiar, pronto esa convivencia se volvió una competencia silenciosa. El llamado del escenario era cada vez más fuerte, más claro. Y aunque la lógica decía ‘título profesional’, el corazón ya estaba afinando melodías en otro rumbo.

“Crecí, y como en la familia no había músicos, todo era: ‘Enfócate en tus estudios’. Pero vas creciendo, te juntas con amigos que te enseñan música nueva, y dices: ‘Esto me gusta’. Entonces, ya sabes, el coro de la escuela, tocar la guitarra en la secundaria…»

«Después lo dejé un rato por estudiar una carrera. Porque también está esa idea de: ‘Si eres artista, te vas a morir de hambre’. Un clásico. Aun así, llego a la universidad y conozco a Jesús Naín, un amigo que es cantante. Un día me escucha cantar y me dice: ‘Oye, no cantas mal. ¿Por qué no me acompañas a cantar?’. Empiezo a ensayar con él y ahí me doy cuenta de que me gusta más de lo normal. Tanto así, que dejo de ir a clases por irme a ensayar”.

César Porto lanza Pasado Pasado, su debut como solista
César Porto en entrevista para Síntesis y Los Rostros

La decisión: vivir para cantar

El salto fue inevitable. La decisión estaba tomada, aunque no fue fácil. Pero incluso los miedos se disuelven cuando se tiene claro el propósito.

“Mis papás no sabían. No se enteraron hasta después. Pero un día dije: ‘Esto es lo que me hace feliz. A lo mejor me voy a morir de hambre, pero prefiero eso a no estar haciendo lo que amo’. Me hace feliz cantarle a la gente, ver cómo se proyectan, cómo se transportan a otro lugar cuando escuchan lo que hago.»

«Así que hablé con mis papás y les dije: ‘¿Saben qué? Esto es lo que quiero hacer’. Y la verdad, lo recibieron bastante bien. Me apoyaron y me dijeron: ‘Si eso es lo que quieres, adelante’”.

Hoy, César Porto canta con más convicción que nunca. Su voz —la misma que lo hizo conectar con José José a los cuatro años— ha madurado, pero conserva intacto el deseo de emocionar y acompañar. Pasado Pasado no solo marca su debut como solista, también es un punto de partida hacia una etapa más honesta, más libre, más suya. Y es apenas el principio.

Más artistas mexicanos: José Madero: El arte de la reinvención