Funcionarios de Estados Unidos advirtieron sobre el posible uso de drones por parte de cárteles mexicanos para atacar a fuerzas de seguridad en la frontera. La advertencia se dio durante una audiencia en el Capitolio, donde representantes del FBI, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) y senadores estadounidenses analizaron el creciente uso de estos dispositivos.

Steven Willoughby, jefe del programa antidrones del DHS, señaló que el Cártel de Sinaloa ha intensificado el uso de drones cargados con explosivos desde 2024, tras la detención de Ismael «El Mayo» Zambada. Según sus declaraciones, es solo «cuestión de tiempo» para que agentes estadounidenses sean blanco directo de un ataque.

Más de mil vuelos no autorizados cada mes

Durante la comparecencia, Willoughby informó que cada mes se detectan al menos mil vuelos no autorizados de drones en la frontera entre México y Estados Unidos. En el segundo semestre de 2024, se contabilizaron hasta 27 mil incursiones.

Estos drones no solo se usan para el tráfico de drogas, también vigilan a agentes fronterizos y sirven como herramientas de reconocimiento. Las autoridades han identificado que los vuelos ocurren principalmente entre las 20:00 y las 04:00 horas.

Cárteles equipan drones con explosivos

De acuerdo con el DHS, los cárteles mexicanos —especialmente el de Sinaloa y el CJNG— han comenzado a usar drones con cargas explosivas. Estos dispositivos se emplean en conflictos internos y, en algunos casos, contra autoridades. El Cártel de Santa Rosa de Lima también ha incursionado en esta tecnología, sobre todo en operaciones de huachicoleo y narcotráfico.

Estas organizaciones contratan técnicos especializados para operar y dar mantenimiento a los drones. Muchos de estos dispositivos son modelos artesanales modificados con componentes militares o comerciales.

EE.UU. también usa drones para vigilancia

En febrero de 2025, el diario The New York Times reveló que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) vigila a los cárteles mexicanos mediante drones modelo MQ-9, desde la administración de Joe Biden. Aunque no están armados, estos equipos pueden ser modificados para portar hasta ocho misiles guiados; por láser y tienen una autonomía de hasta 27 horas.

Según el reportaje, el uso de drones por parte del gobierno estadounidense no tiene fines ofensivos. Sin embargo, permite un monitoreo constante de las rutas y actividades de los grupos delictivos.

Una amenaza en evolución

El uso de drones por parte del crimen organizado no es nuevo. Desde 2014, la DEA alertó sobre esta práctica. Inicialmente, los vehículos no tripulados servían como reemplazo de avionetas en actividades de vigilancia y transporte de drogas. Sin embargo, su evolución ha llevado a una militarización tecnológica por parte de los cárteles.