El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte Macron presentaron una demanda por difamación en un tribunal del estado de Delaware, en Estados Unidos, contra la comentarista estadounidense de ultraderecha, Candace Owens.

Según el documento legal de 218 páginas, Owens ha difundido teorías conspirativas falsas afirmando que Brigitte Macron nació hombre. Incluso afirmó que se llamaba Jean‑Michel Trogneux —que, en realidad, es el nombre del hermano de la primera dama—. Owens también llegó a sugerir que Macron sería producto de experimentos de la CIA o programas gubernamentales de control mental.

El caso se centra en la serie de podcasts “Becoming Brigitte”, iniciada por Owens en enero de 2025; esta tiene millones de visualizaciones y generó ventas de camisetas ofensivas contra Brigitte etiquetada como “hombre del año”.

Afirmaciones dañaron la reputación internacional de la familia presidencial

La demanda sostiene que estas afirmaciones son difamatorias, completamente ficticias y con fines comerciales; además, causaron daño reputacional internacional y sufrimiento emocional a la pareja presidencial.

Los Macron acusan a Owens de ignorar múltiples peticiones de retractación y de beneficiarse de estas afirmaciones sensacionalistas.

Thomas Clare, abogado especializado en difamación, lidera la defensa. El caso podría continuar mediante un juicio por jurado en EE. UU., donde deberán demostrar que Owens actuó con “mala intención real”, requisito legal en casos que involucran a figuras públicas.

Es importante señalar que el proceso judicial representa un hecho excepcional; y es que se trata de una demanda directamente firmada por un jefe de Estado en activo, algo muy inusual en el escenario internacional.

Este caso tiene antecedentes en Francia, donde dos mujeres (Natacha Rey y Amandine Roy) fueron condenadas en 2024 por difundir los mismos falsos rumores que han circulado desde 2017. Inicialmente fueron multadas e indemnizaron con 8 mil euros a Brigitte y 5 mil a su hermano. Posteriormente, un tribunal de apelación anuló la condena, argumentando ausencia de dolo. Tras ello, Brigitte presentó entonces recurso ante el Tribunal de Casación.