Rodrigo Moya, destacado fotorreportero y documentalista de origen colombiano, falleció el 30 de julio a los 91 años en su casa de Cuernavaca, Morelos.
Reconocido internacionalmente por su célebre retrato de Ernesto “Che” Guevara en 1964 en La Habana, Moya también documentó momentos clave de la historia latinoamericana, como el movimiento estudiantil de 1968 en México y escenas íntimas de figuras como Gabriel García Márquez.
Trayectoria y legado visual
Nacido en Medellín en 1934, Rodrigo Moya llegó a México con su familia en 1936. Aunque inició estudios de Ingeniería Civil en la UNAM, pronto abandonó la carrera para dedicarse a la fotografía, ingresando como ayudante del reportero Guillermo Angulo en la revista Impacto.
Su carrera como documentalista despegó en los años 60. Trabajó para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y, posteriormente, para la revista Sucesos para Todos, donde publicó reportajes sobre movimientos guerrilleros en Guatemala, Panamá y Venezuela.
Fotografía, literatura y reconocimientos
Durante los años noventa incursionó en la literatura con el libro Cuentos para leer junto al mar, obra con la que ganó el Premio Nacional de Cuento del INBA. Su faceta artística fue reconocida en múltiples ocasiones.
En 2014, el Festival Internacional Cervantino le rindió homenaje con una muestra retrospectiva y la entrega de la Presea Cervantina. Cinco años después, el Museo Amparo de Puebla y el Centro de la Imagen en la Ciudad de México presentaron exposiciones dedicadas a su trabajo.