El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró los aranceles que impondrá a partir del viernes a sus socios comerciales, mismos que harán que su país sea “grande y rico” de nuevo; en contraste, su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, rechazó los gravámenes del 50 por ciento que les asignaron, mismos que le darían un golpe a las ventas de su nación.

A pocas horas de la entrada en vigor de los nuevos impuestos, el mandatario hizo dicha declaración en Truth Social. Y es que el 1 de agosto vence el plazo para que los países lleguen a acuerdos comerciales con la potencia mundial; tras ello, Washington aplicará un aumento de tarifas aduaneras que oscilarán entre el 11 y 50 por ciento a aproximadamente 80 países.

El viernes también entrarán en vigor recargos del 50 por ciento a los productos fabricados con cobre; esto excluye las importaciones de metal bruto. Por su parte, a partir del 6 de agosto, Brasil, el principal socio comercial de EE.UU., tendrá gravámenes del 50 por ciento sobre múltiples bienes. Esta es una forma de castigo tras el proceso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro.

EE.UU. interfiere con la justicia brasileña, acusan

Al respecto, el presidente de esa nación “inaceptable” la interferencia de dicho país en la justicia brasileña. También, señaló que uno de los derechos en Brasil es la independencia del Poder Judicial; por ello, cualquier intento de debilitarlo constituye una amenaza al propio régimen democrático.

Por otro lado, en entrevista a un programa de la red Globo, Geraldo Alckmic destacó que habrá afectaciones serias a las ventas del país. Sin embargo, afirmó que lucharán por reducir dicho impacto.

Según el también ministro de Desarrollo, Industria y Comercio, las excepciones que Estados Unidos incluyó en la medida dejan por fuera de la sanción al 45 por ciento de los productos que el país le exporta a la economía estadounidense.

Países que lograron convenios

Solo la Unión Europea, Japón, Indonesia, Reino Unido, Vietnam, Filipinas y Camboya han concretado acuerdos comerciales con el republicano. Gracias a ello, las tarifas quedaron entre el 15 y 36 por ciento.

También México consiguió una pausa de 90 días para seguir negociando los aranceles.

Por su parte, China se mantiene en vilo, debido a que continúan las negociaciones. En caso de que haya un pacto, el gigante asiático reduciría los aranceles a productos estadounidenses del 125 al 10 por ciento; mientras que Estados Unidos los bajaría del 145 al 30 por ciento.