El reciente comercial de Sydney Sweeney para American Eagle, con el lema “Sydney Sweeney tiene buenos jeans… y los obtuvo de AE”, desató un intenso debate al jugar con la homofonía entre “jeans” y “genes”. Muchos usuarios interpretaron la campaña como una exaltación de rasgos genéticos asociados a la blancura y la “belleza” ideal.

Voces de protesta y defensores

En Instagram, comentarios como “N A Z I” resumieron la ira de algunos, mientras otros aplaudieron el regreso de un supuesto “estándar estético”. Incluso surgieron parodias del lema “Make America Great Again” con “Make Jeans Great Again (MJGA)”.

Intervención de la Casa Blanca

El polémico caso llegó a la Casa Blanca, donde el director de comunicaciones Steven Cheung calificó de “imbécil” la crítica liberal en su cuenta de X: “La cultura de la cancelación se ha descontrolado… estas tonterías”.

El anuncio de Dunkin’ y la genética veraniega

Poco después, Dunkin’ lanzó un video con Gavin Casalegno: “¿Este bronceado? Genética. Acabo de recibir mis resultados de análisis de color: Golden Summer”. Este guiño al determinismo biológico profundizó la controversia, pues críticos compararon ambas campañas con ideas eugenésicas y prácticas discriminatorias de regímenes como el nazi.

Ecuador del debate publicitario y político

Usuarios en TikTok arremetieron: “¿Por qué normalizar anuncios de eugenesia?” Estas campañas aparecen en un contexto de políticas de exclusión racial promovidas en Estados Unidos, reforzando temores sobre la idealización genética y el control social basado en características biológicas.

Las campañas de American Eagle y Dunkin’ con referencias a “genes” evidencian la delgada línea entre mercadotecnia creativa y mensajes que pueden evocar teorías eugenésicas, alimentando un debate urgente sobre responsabilidad social en la publicidad.