Cinco mineros fallecieron tras el colapso de una mina de oro en la región de Amayapampa, al suroeste de Bolivia. Las víctimas, de entre 23 y 25 años, fueron aplastadas por una gran cantidad de tierra que se desprendió dentro del socavón, informó el comandante regional de policía, coronel Fernando Barrientos.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes y ese mismo día las autoridades lograron recuperar los cuerpos de las cinco víctimas. Hasta el momento, solo dos han sido formalmente identificados.
De acuerdo con las autoridades, los mineros laboraban de forma independiente y sin supervisión; de igual forma, en condiciones precarias propias de la minería artesanal.
“El mecanismo de muerte fue asfixia por aplastamiento. Gran cantidad de tierra se desprendió en el interior de la mina y los aplastó”, declaró Barrientos; también informó que se abrió una investigación para deslindar responsabilidades.
Hasta 73 han muerto en derrumbes en Bolivia
Es importante destacar que el trágico incidente ocurre en un contexto alarmante; y es que, en lo que va del año, ya han muerto aproximadamente 73 mineros en accidentes similares. Muchos en explotaciones artesanales con escasa regulación y nulas medidas de seguridad.
Lo anterior, debido a que la minería artesanal en Bolivia continúa operando en condiciones laborales extremadamente riesgosas; particularmente en los yacimientos auríferos del sur del país.
Los accidentes más comunes incluyen derrumbes, exposición a gases tóxicos y malas prácticas laborales; sin infraestructura apropiada o controles técnicos.