Los ganaderos mexicanos cerrarán el año con pérdidas estimadas en 400 millones de dólares por las medidas para contener el gusano barrenador, informó la Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG). El cierre de la frontera con Estados Unidos desde el 9 de julio bloquea la exportación de ganado vivo.

La plaga fue detectada en Veracruz, lo que llevó al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) a suspender, por tercera vez en ocho meses, el ingreso de ganado mexicano tras confirmarse un nuevo caso. Esto afecta uno de los principales mercados de la ganadería nacional.

Altos costos para contener la plaga

El director de AMEG, Enrique López, explicó que cada jaula de engorde implica un gasto extra de 122 mil pesos, o 1,600 pesos por animal. Estos costos incluyen medidas sanitarias, inspecciones y trazabilidad genética exigidas por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA).

Los gastos también comprenden baños sanitarios, medicamentos, transporte, documentación, alimentación y pérdidas durante la espera, elevando los costos operativos.

Impacto económico histórico y riesgo actual

El gusano barrenador no es nuevo; en 1984 causó pérdidas por 134 millones de dólares. La erradicación entre 1960 y 1991 costó 750 millones de dólares (955 millones actuales). Hoy, la reinfestación podría aumentar costos hasta 830 millones.

Colaboración pese al impacto económico

A pesar de las pérdidas, la AMEG confirmó que los ganaderos continúan colaborando con las autoridades para controlar la plaga. Enrique López afirmó: “Estamos de acuerdo porque estamos colaborando, y nosotros estamos asumiendo ese costo”.