En una charla íntima con su hija en YouTube, Joaquín López-Dóriga contó que durante una cirugía de emergencia por peritonitis en 1993, los médicos descubrieron un pequeño tumor en su colon. El hallazgo, inesperado hasta entonces, derivó en el diagnóstico de cáncer de colon, una noticia que mantuvo reservada durante más de 30 años.

El también conductor de noticieros sufrió fuertes dolores abdominales mientras cubría giras del presidente Salinas para El Heraldo y optó por automedicarse. Fue su esposa, alertada por un amigo, quien lo internó de urgencia en el Hospital Ángeles de la Ciudad de México, donde el doctor Tomás Barrientos encontró el tumor tras abrirlo durante la operación.

De la peritonitis al diagnóstico vital

López-Dóriga recordó que el procedimiento incluyó una colostomía para drenar su intestino, lo que le impidió comprender de inmediato la gravedad del hallazgo. Al despertar, descubrió la bolsa conectada a su abdomen y, días después, el diagnóstico de cáncer. Su respuesta fue de asombro y determinación: “¿Tiene cura? ¡Entonces vamos a curarlo!”, afirmó.

Neumonía y ausencia tras 31 años

En julio de 2025, el periodista de 78 años explicó que una neumonía —su primera ausencia en el noticiero en tres décadas— lo mantuvo hospitalizado. “Gracias a Dios, ya me curé”, declaró, subrayando la importancia de la atención oportuna y el cuidado preventivo.

Más que un relato médico, la confesión de López-Dóriga destaca la valentía de compartir una historia guardada por décadas. Su experiencia refuerza la relevancia de la detección temprana del cáncer de colon y el valor del apoyo familiar.