Como parte de una estrategia integral para frenar el robo y distribución ilegal de combustibles, Petróleos Mexicanos (Pemex) destinará más de 30 mil millones de pesos entre 2025 y 2035. La medida se enmarca dentro del nuevo Plan Estratégico 2025-2035, que contempla acciones coordinadas con fuerzas federales, nuevos equipos de monitoreo y control volumétrico.
La petrolera informó que, desde 2019, ha eliminado más de 7 mil 300 tomas clandestinas y recuperado cerca de 51 millones de litros de hidrocarburo, lo que equivale a un valor superior a los mil millones de pesos.
Coordinación con fuerzas de seguridad federales
El plan contempla el trabajo conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Gracias a esta cooperación, se han llevado a cabo decomisos importantes. Tan solo el pasado 26 de julio, la FGR confiscó 1.8 millones de litros de hidrocarburo ilegal y un inmueble en Tamaulipas.
Tecnología e inteligencia para mayor control
Pemex invertirá 10 mil 967 millones de pesos en tecnología avanzada para reforzar su sistema de seguridad e inteligencia. Entre las acciones destacan:
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Instalación de equipos de última generación para control de calidad.
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Implementación de una Unidad Central de Control con datos integrados de toda la cadena de valor.
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Fortalecimiento del sistema SCADA para supervisión en tiempo real de ductos.
Mejoras en el control volumétrico
Uno de los principales objetivos de Pemex es aumentar el cumplimiento de los controles volumétricos del 15 % actual al 96 %, mediante una inversión adicional de 23 mil 139 millones de pesos. Esto permitirá detectar con mayor precisión pérdidas no operativas y desviaciones en la medición.
Además, se dará mantenimiento constante a los sistemas de medición para garantizar la trazabilidad del producto en cada punto de transferencia.
Mayor control de acceso en refinerías clave
La estrategia también incluye el desarrollo de un sistema digital estricto para el control del acceso de autotanques a las instalaciones de Tula, Salamanca y Madero, en colaboración con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones.
Estas medidas buscan cerrar brechas operativas que permiten el desvío ilegal de combustibles, al tiempo que fortalecen la seguridad en instalaciones críticas.