El asesinato de Camilo Ochoa, mejor conocido como “el Alucín”, conmocionó a la comunidad digital en México. El influencer sinaloense de 42 años fue atacado a balazos el sábado 16 de agosto dentro de un departamento en el fraccionamiento Lomas de Cuernavaca, Morelos.

De acuerdo con reportes preliminares, un hombre ingresó al inmueble y disparó en múltiples ocasiones contra él. Familiares encontraron su cuerpo alrededor de las 5 de la tarde, pero los paramédicos confirmaron que ya no presentaba signos vitales.

La investigación

El presunto agresor vestía sudadera gris y pantalón de mezclilla, y huyó en un vehículo Chevrolet Chevy blanco, según fuentes extraoficiales. La Fiscalía de Morelos mantiene las investigaciones para esclarecer el caso y detener al responsable.

Hasta ahora, la familia de Ochoa no ha informado sobre los servicios funerarios, mientras que sus redes sociales se han llenado de mensajes de despedida de seguidores y conocidos.

Su estilo sin filtros

Horas antes de su muerte, el influencer compartió un video en el que habló del incidente entre Natanael Cano y un fan, asegurando en tono desafiante que necesitaba más “haters” para crecer en redes:

“Yo ocupo más haters para que sigan creciendo las estadísticas, para monetizar más. Tírenme la madre, como si me valiera tanto. Ya he vivido de todo. Quiero más haters”.

Tras su asesinato, la grabación se llenó de comentarios despidiéndolo con frases como “Nunca te rajaste” y “Descansa en paz”.

¿Quién era “el Alucín”?

Camilo Ochoa era originario de Sinaloa y ganó notoriedad en internet por sus opiniones directas sobre temas sociales y del espectáculo. En Facebook sumaba más de 281 mil seguidores y en Instagram superaba los 206 mil.

Si bien fue vinculado en diversas ocasiones con grupos delictivos, nunca se confirmó una relación directa. En lo personal, era reservado, aunque se sabe que tenía pareja e hijos. Su estilo irreverente lo convirtió en un personaje polémico, seguido por miles y criticado por otros.

El caso de Camilo Ochoa “el Alucín” refleja cómo el mundo digital puede ser escenario de figuras tan queridas como controversiales, dejando en duda los motivos detrás de su asesinato.