La última sesión de la Comisión Permanente del Congreso terminó en un enfrentamiento físico y verbal entre legisladores de Morena, PRI y PAN. El choque evidenció la profunda polarización en la Cámara. El morenista Gerardo Fernández Noroña y el priista Alejandro “Alito” Moreno se enfrentaron en plena tribuna tras un acalorado debate. Moreno subió a la tribuna para discutir con Noroña luego de que la Mesa Directiva no le otorgara la palabra a su bancada. Esto derivó en empujones y golpes que solo otros legisladores pudieron detener.

Debate sobre intervención extranjera genera tensión

El conflicto se dio durante un debate sobre la intervención de Estados Unidos en México para combatir al crimen organizado. La senadora panista Lilly Téllez afirmó que la ayuda estadounidense era “absolutamente bienvenida”. Sus declaraciones provocaron acusaciones de traición a la patria por parte de legisladores de Morena y aliados. Además, Téllez señaló a algunos senadores morenistas, incluyendo a Fernández Noroña, e hizo menciones sobre corrupción y vínculos con el narcotráfico.

Reacciones de legisladores y defensa de posiciones

Fernández Noroña respondió con la frase “águila no caza mosca” y pidió respeto al estado laico. Por su parte, Adán Augusto López, coordinador de Morena, retó a Téllez a presentar pruebas ante la autoridad correspondiente. La diputada Margarita Zavala defendió la postura de Téllez y calificó los ataques de Morena y aliados como injustificados.

Durante la sesión, otros legisladores del PRI y PAN, como Rubén Moreira y Manuel Añorve, se sumaron al debate. Señalaron que denunciar abusos o defenderse de un poder autoritario no constituye traición a la patria. En cambio, aseguraron que lo sería entregar al país al crimen organizado.

Polarización y cierre de la sesión

La confrontación continuó entre gritos, empujones y comentarios ácidos. Fernández Noroña insistió en que ningún legislador puede ser reconvenido por sus declaraciones, aunque destacó que la educación y la finesa se notan en estos encuentros. La sesión dejó clara la tensión y polarización que persiste entre los partidos. La Comisión Permanente vivió un momento de extrema confrontación, tanto verbal como física.