El gobierno de El Salvador, a cargo de Nayib Bukele, implementó un estricto control en las escuelas públicas a partir del ciclo escolar 2025-2026, de la mano de la nueva ministra de Educación, la capitana Karla Trigueros.
Las medidas incluyen revisar que los estudiantes vistan uniforme limpio, cabello corto y den un saludo respetuoso como señal de “orden y disciplina”, lo que muchos consideran normas de estilo militar.
El argumento de Bukele para poner a la miembro de las Fuerzas Armadas al frente de la educación del país es combatir el legado de las pandillas en las escuelas; y es que durante décadas controlaron numerosos centros educativos.
La primera acción de Trigueros fue emitir, el 18 de agosto, un memorando a todos los directores de institutos públicos; en el documento, les ordenó “asumir su rol como modelos de orden y disciplina”. Posteriormente, vinieron los decretos a los alumnos.
Dijo que debían llevar un “uniforme limpio y ordenado”; un “corte de cabello adecuado y presentación correcta”; así como “un ingreso en orden con saludo respetuoso”. Las redes sociales lograron documentar cómo las peluquerías del país se abarrotaron de estudiantes que tuvieron que acatar la orden y adquirieron un look “militar”.
Así serán los “Lunes Cívicos”
Trigueros también estableció los “Lunes Cívicos”, un acto semanal obligatorio a primera hora del día. Estos deben incluir una formación ordenada, la presentación del pabellón salvadoreño, la entonación del himno nacional y la recitación de la oración a la bandera salvadoreña.
El código de vestimenta estudiantil establece deméritos a quien no salude correctamente al entrar o salir de clase; no diga “por favor” o “gracias”; o utilice un tono vulgar o irrespetuoso.
Debido a la implementación de las normas, cientos de estudiantes son rechazados en la puerta de su institución y enviados a arreglarse de inmediato.
Al respecto, maestros del sistema público han opinado que las medidas podrían aumentar el orden y la disciplina; sin embargo, coinciden en que no consideran necesario nombrar a una militar como ministra de Educación.
Cabe mencionar que el reglamento no es nuevo en El Salvador; sin embargo, su aplicación se había relajado con los años.