El asesinato del activista conservador Charlie Kirk ha generado un profundo impacto en la opinión pública y reactivado un debate nacional sobre la libertad de expresión en Estados Unidos. El hecho ocurrió en medio de un clima de polarización política, y ha estado acompañado por decisiones como la cancelación del programa de Jimmy Kimmel y nuevas medidas del presidente Donald Trump.

Kirk fue presuntamente asesinado por Tyler Robinson, un joven de 22 años. El incidente ha sido utilizado por distintos sectores políticos para posicionar discursos enfrentados, lo que ha provocado reacciones de figuras del gobierno, medios de comunicación, y líderes de opinión.

Cancelación de Jimmy Kimmel y reacción de Trump

La cadena ABC suspendió indefinidamente el programa nocturno de Jimmy Kimmel, uno de los comediantes más influyentes del país. La decisión se produjo luego de que Kimmel acusara a políticos republicanos de “sacar rédito” del asesinato de Kirk y criticara directamente al movimiento MAGA.

Donald Trump celebró públicamente la cancelación del programa, argumentando que se debía a sus “malos índices de audiencia” y no a un acto de censura. Además, calificó a Kimmel como una persona “sin talento” y defendió la imagen de Kirk.

Advertencias sobre censura

Pese a la versión del mandatario, diversas personalidades de Hollywood, ejecutivos de televisión y el gobernador de California, Gavin Newsom, expresaron su respaldo a Kimmel. Advirtieron sobre un posible patrón de censura que amenaza derechos consagrados en la Primera Enmienda de la Constitución de EE. UU.

En contraste, la fiscal general Pam Bondi, designada por Trump, defendió las acciones de empresas que han despedido a empleados por comentarios sobre el asesinato, afirmando que “deberían deshacerse de personas que digan cosas horribles”.

Designación de Antifa como organización terrorista

En un giro significativo, Trump anunció la designación del movimiento antifascista ANTIFA como organización terrorista. Este anuncio se hizo tras días de acusaciones desde su entorno contra la “izquierda radical”, a la que responsabilizan por la violencia política.

Expertos legales han advertido que ANTIFA es un movimiento descentralizado, sin estructura formal, lo que complica su clasificación jurídica. Además, temen que esta medida pueda ser usada para criminalizar la disidencia política.

Ofensiva contra medios, universidades y protestas

Desde su llegada al poder, Trump ha tomado diversas acciones en nombre de la “libertad de expresión”. Entre ellas, se encuentra la presión sobre redes sociales para reducir la moderación de contenidos y permitir discursos previamente regulados.

También ha implementado medidas como:

  • Decretos que penalizan la quema de la bandera estadounidense durante protestas.

  • Amenazas de recorte presupuestario a universidades por permitir protestas propalestinas.

  • Restricciones a medios como Associated Press por no usar términos oficiales dictados por el gobierno.