La Guardia Costera de Estados Unidos informó la incautación de más de 34,900 kilogramos de cocaína en aguas del Océano Pacífico Oriental. La acción forma parte de la Operation Pacific Viper, una ofensiva contra el narcotráfico lanzada el 8 de agosto de 2025.
La operación ha resultado en más de 20 interdicciones y la detención de 59 personas vinculadas al tráfico de drogas. El promedio diario de incautación supera las 1,800 libras de cocaína, según cifras oficiales.
Una ofensiva marítima contra el narcotráfico internacional
La Operation Pacific Viper tiene como propósito principal frenar el ingreso de drogas provenientes de Sudamérica, una de las regiones con mayor producción de cocaína. La estrategia incluye un despliegue coordinado de recursos navales, aéreos y tácticos para interceptar embarcaciones antes de que lleguen a costas estadounidenses.
El contralmirante Jeffrey Novak, subcomandante del Área del Pacífico, destacó el compromiso de la Guardia Costera:
“Este hito subraya nuestro compromiso con el desmantelamiento de organizaciones criminales y terroristas transnacionales que intentan inundar nuestras comunidades con drogas letales”, afirmó.
Operación internacional
La operación se realiza bajo la supervisión de la Fuerza de Tarea Conjunta Interinstitucional Sur, perteneciente al Comando Sur de EE. UU., con sede en Cayo Hueso, Florida. Esta unidad es responsable de detectar y monitorear el tránsito de sustancias ilegales por vía marítima y aérea.
Una vez identificadas las actividades sospechosas, se activa la fase policial liderada por la Guardia Costera, principalmente desde su base del Distrito Suroeste en Alameda, California.
EE. UU. refuerza el control de sus fronteras marítimas
La Guardia Costera recordó que es la agencia federal principal en tareas de interdicción marítima de drogas. Como parte del Departamento de Seguridad Nacional, colabora estrechamente con las fuerzas armadas para proteger las vías de acceso al país.
“Estamos utilizando toda la autoridad y capacidad a nuestra disposición para detener el flujo de drogas, asegurar nuestras fronteras y proteger a nuestras comunidades”, concluyó el contralmirante Novak.