El sistema de defensa aérea Iron Beam ha superado sus pruebas finales y está listo para ser desplegado por Israel antes de que finalice el año, según informó The Wall Street Journal. Este sistema representa una nueva etapa en las tecnologías de defensa, especialmente en un escenario donde las amenazas de bajo costo, como los drones y cohetes, son cada vez más frecuentes.

Desarrollado en cooperación con Estados Unidos, el dispositivo utiliza energía láser para destruir objetivos a una distancia de hasta 10 kilómetros, sin depender de municiones físicas. Su implementación promete reducir significativamente los costos de intercepción en comparación con sistemas tradicionales como el Iron Dome o el Arrow.

Tecnología láser para defensa cercana

Esta tecnología está diseñado para neutralizar amenazas como cohetes, morteros y drones en cuestión de segundos. Su principal ventaja es su eficiencia económica: cada disparo con láser cuesta solo unos pocos dólares, frente a los USD 50,000 del Iron Dome o los más de USD 2 millones del sistema Arrow.

Aunque aún presenta limitaciones en condiciones climáticas adversas o con drones reforzados electrónicamente, esta herramienta se perfila como un sistema de defensa complementario, ideal para escenarios de combate cercano.

Aplicaciones reales

En noviembre de 2023, Israel empleó una versión de menor potencia del Iron Beam para derribar drones de Hezbollah. Se prevé que el sistema evolucione hacia plataformas móviles o aéreas, con mayor alcance y capacidad de integración dentro de una arquitectura de defensa aérea multinivel.

Apoyo de Estados Unidos al desarrollo del Iron Beam

El país norteamericano ha mostrado un respaldo firme al sistema. En abril de 2024, destinó USD 1,200 millones al desarrollo del Iron Beam, en un contexto donde los costos de defensa son cada vez más difíciles de sostener ante amenazas continuas de bajo costo, como los drones utilizados por grupos como los hutíes.

El uso de interceptores costosos para neutralizar ataques con drones económicos ha evidenciado la necesidad de sistemas más sostenibles, donde los láseres ofrecen una solución práctica y de largo plazo.

Cooperación tecnológica entre aliados estratégicos

Además del aspecto técnico, el Iron Beam refleja el fortalecimiento de la alianza militar entre Israel y Estados Unidos. Según el análisis citado por The Wall Street Journal, esta colaboración podría evolucionar hacia una asociación tecnológica en defensa, dejando atrás los modelos tradicionales de ayuda militar.

La innovación conjunta permitiría a ambas naciones mantener su superioridad estratégica frente a actores como Irán o China, cuyas tácticas y desarrollos militares exigen respuestas más flexibles y eficientes.