El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) confirmó un nuevo caso de gusano barrenador en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, a menos de 70 millas de la frontera con Texas.

La funcionaria estadounidense Brooke Rollins, secretaria de Agricultura, calificó el caso como una prioridad de seguridad nacional y advirtió que Estados Unidos tomará medidas firmes para proteger su industria ganadera, incluso sin cooperación de México.

Alerta por riesgo sanitario binacional

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) informó que el animal afectado, una vaca de 8 meses, fue trasladada desde el sur de México a un corral de engorda certificado en Nuevo León.

Este hallazgo reactiva la preocupación sobre el movimiento de animales infectados, subrayando la urgencia de implementar a fondo el Plan de Acción Conjunto México-Estados Unidos contra el gusano barrenador.

Estados Unidos refuerza medidas de control

Desde junio de 2025, EE.UU. anunció el Plan Audaz, una estrategia de cinco pasos para contener la propagación del gusano barrenador. Rollins reiteró que no dependerán de México para proteger su suministro alimentario y aplicarán restricciones más estrictas en la frontera.

“Tomaremos medidas enérgicas contra cualquiera que dañe al ganado estadounidense”, advirtió la secretaria.

Impacto en el comercio de ganado

Actualmente, los puertos estadounidenses están cerrados a la importación de ganado, bisontes y caballos procedentes de México. Esta restricción ha generado pérdidas estimadas en 1,300 millones de dólares, según el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

Se estima que al menos 650 mil cabezas de ganado no han podido cruzar la frontera hacia Estados Unidos, afectando severamente a los productores mexicanos, especialmente en estados ganaderos clave.