El exdirector técnico de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo, falleció este miércoles a los 69 años. El entrenador, quien había superado un cáncer de próstata, atravesaba en los últimos meses un delicado estado de salud que lo mantuvo bajo atención domiciliaria y lo alejó de sus funciones al frente del conjunto xeneize.
Según informó el club mediante un comunicado oficial, en la última semana su cuadro se agravó, lo que llevó a su entorno y a los médicos a recomendar una vigilancia permanente. Russo había sido internado a inicios de septiembre en el Instituto Fleming por una infección urinaria que se complicó con un cuadro de deshidratación severa, lo que deterioró aún más su estado general.
Tras recibir el alta, el técnico retomó parcialmente sus actividades, aunque su deterioro físico se hizo evidente durante los partidos de septiembre ante Rosario Central y Central Córdoba. Ante esa situación, su ayudante Claudio Úbeda asumió interinamente la conducción del equipo en los encuentros frente a Defensa y Justicia y Newell’s Old Boys.
La salud de Russo había presentado complicaciones años atrás. En 2017, cuando dirigía a Millonarios de Colombia, fue diagnosticado con cáncer de próstata. Fue operado en Bogotá en 2018 y, tras un largo tratamiento, logró recuperarse y llevar al equipo a conquistar el título local.
Con una extensa trayectoria en el fútbol argentino, Russo fue considerado uno de los entrenadores más respetados del país. Dirigió a Estudiantes de La Plata, Boca Juniors, San Lorenzo, Racing, Vélez Sarsfield, Rosario Central y Lanús, entre otros clubes. Con Boca obtuvo la Copa Libertadores de 2007, con Juan Román Riquelme como figura, y regresó al club en 2025 convocado por el propio Riquelme, entonces presidente.
También fue campeón con Vélez en el Torneo Clausura 2005 y con Rosario Central en la Copa Argentina 2018, donde dejó un profundo vínculo con la institución y su hinchada. Su carrera incluyó experiencias en el extranjero, con pasos por equipos de Colombia, México, España, Perú y Arabia Saudita.
Antes de su etapa como entrenador, Russo desarrolló toda su carrera como futbolista en Estudiantes de La Plata, club en el que debutó en 1975 y permaneció hasta 1988. Mediocampista de contención y gran lectura de juego, fue pieza clave en los títulos del Metropolitano 1982 y el Nacional 1983, bajo la dirección de Carlos Bilardo. Con más de 400 partidos disputados, figura entre los jugadores con más presencias en la historia del club.
Miguel Ángel Russo será recordado por su temple sereno, su trabajo constante y su concepción del fútbol basada en la disciplina, la táctica y el respeto por el grupo. Su legado trasciende los títulos: deja una huella profunda en el deporte argentino.