El mundo del cine está de luto. Diane Keaton, la legendaria actriz estadounidense ganadora del Oscar por Annie Hall, ha fallecido a los 79 años en California. La confirmación de la noticia llegó a través de un reporte exclusivo de la revista PEOPLE, aunque los detalles específicos sobre la fecha exacta y la causa de su muerte se mantienen en reserva, a petición de su familia para respetar su privacidad en este momento de duelo.

Con una carrera que la catapultó a la fama con sagas como El Padrino y la definió como un ícono de estilo y versatilidad, Keaton deja un vacío en la industria que ayudó a moldear. Hasta el momento, sus redes sociales oficiales, donde solía ser muy activa, no han proporcionado más información, manteniendo el misterio sobre las circunstancias de su partida.

Diane Keaton irrumpió en la escena con un carisma inconfundible. Su debut en 1970 con Lovers and Other Strangers fue solo el preludio de un ascenso meteórico. Sin embargo, fue su papel como Kay Adams-Corleone en El Padrino (1972) el que la convirtió en una estrella internacional, un personaje que repetiría en las secuelas de la aclamada trilogía.

Su colaboración con el director Woody Allen fue fundamental. Juntos crearon joyas como Sleeper (1973) y Manhattan (1979). Pero fue en Annie Hall (1977) donde su interpretación de una mujer neurotática y encantadora le valió el Oscar a la Mejor Actriz, consolidando además su estatus como un referente de la moda bohemia.

Lejos de quedarse en sus triunfos iniciales, Keaton demostró una asombrosa capacidad de reinvención. Protagonizó dramas intensos como Reds (1981), que le mereció otra nominación al Oscar, y conquistó al público familiar con comedias entrañables como Father of the Bride (1991) y Baby Boom (1987).

Su carrera se mantuvo vibrante en el nuevo milenio con éxitos de taquilla como Something’s Gotta Give (2003) —otra nominación al Oscar—, The First Wives Club (1996) y la franquicia de Book Club, demostrando que su talento y conexión con el público eran atemporales.

Fuera de la pantalla, Keaton fue conocida por su espíritu independiente y sus decisiones personales valientes. Adoptó a sus dos hijos, Dexter y Duke, y crió sola, declarándose abiertamente contenta con su soltería. Fue una voz honesta sobre sus luchas, hablando públicamente de su batalla contra la bulimia y reflexionando con franqueza sobre sus relaciones pasadas.

“Estoy realmente contenta de no haberme casado. Soy una rara avis”, admitió en una ocasión, encapsulando su esencia única dentro y fuera de Hollywood. Su autenticidad, incluso en medio de polémicas, fue siempre una de sus señas de identidad más poderosas.