El béisbol de Puerto Rico perdió a una de sus figuras más emblemáticas. Este lunes 13 de octubre falleció Santos Alomar a los 81 años de edad, histórico jugador y entrenador, así como padre de los reconocidos peloteros Roberto y Sandy Alomar.

De acuerdo con el portal Momento Deportivo RD, el exbeisbolista se encontraba en un establecimiento de su natal Salinas cuando se desplomó repentinamente. Hasta el momento, no se ha confirmado la causa de su fallecimiento.

La noticia generó consternación en la comunidad deportiva y entre exjugadores boricuas. Alex Cora, mánager de los Boston Red Sox, expresó un mensaje de despedida a través de la red social X:

“Santos Alomar Conde nos enseñó que la pizarra no es para los fanáticos, es para los jugadores. Todo lo que sale ahí nos ayuda a tomar decisiones en el juego. ¡Descansa en paz!”, escribió Cora.

Santos Alomar debutó en las Grandes Ligas en 1964 con los Milwaukee Brewers, iniciando una carrera que lo llevó a vestir los uniformes de los Atlanta Braves, New York Mets, Chicago White Sox, California Angels, New York Yankees y Texas Rangers. Su desempeño se distinguió por la disciplina, la entrega y el conocimiento del juego que siempre lo caracterizaron.

Tras su retiro como jugador, continuó vinculado al béisbol como integrante de cuerpos técnicos en distintas organizaciones de la MLB, entre ellas los Chicago Cubs, Colorado Rockies y San Diego Padres. Desde esos puestos, contribuyó a la formación de nuevas generaciones de peloteros y consolidó su reputación como referente del béisbol profesional.

En la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, Santos Alomar también tuvo una destacada trayectoria como jugador y mánager. Su liderazgo en el circuito invernal fue clave para el desarrollo de talentos locales y el fortalecimiento del béisbol en la isla.

Durante su carrera, fue líder en imparables durante cuatro temporadas consecutivas (1967-1971) y en bases robadas en seis campañas. En la temporada 1970-71 obtuvo el título de campeón bate y el reconocimiento como Jugador Más Valioso.

Uno de sus logros más notables fue superar la marca de 1,000 imparables tanto en la liga puertorriqueña como en las Grandes Ligas, un hito alcanzado por pocos peloteros en la historia.

En 2003 dirigió al primer equipo nacional de Puerto Rico conformado por jugadores profesionales en un torneo avalado por la Federación Internacional de Béisbol, celebrado en Panamá, consolidando su papel como figura clave en la historia del deporte boricua.

El legado de Santos Alomar trasciende generaciones. Junto a su hijo, Roberto Alomar, miembro del Salón de la Fama, forman una de las únicas dos duplas de padre e hijo en la historia del béisbol que han obtenido campeonatos de bateo.

Su nombre permanecerá ligado a la evolución del béisbol puertorriqueño y a la formación de una tradición familiar que marcó un antes y un después en este deporte.