En medio de la emergencia provocada por las lluvias torrenciales que dejaron severas inundaciones en Veracruz, comenzaron a circular en redes sociales imágenes y videos que muestran la supuesta entrega de despensas por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el municipio de Tihuatlán.

Los clips difundidos muestran a hombres armados, con uniformes tácticos y pasamontañas, descargando bolsas con víveres de una camioneta mientras ciudadanos forman filas para recibir la ayuda. La entrega ocurre en un contexto de crisis, donde las autoridades han confirmado al menos 64 personas fallecidas y decenas de desaparecidos en Veracruz, Puebla, Hidalgo y Querétaro, además de miles de familias afectadas que reportan escasez de insumos básicos.

En la grabación, que dura poco más de un minuto, se escucha a los participantes señalar: “De parte del Cártel Jalisco Nueva Generación”, mientras instruyen a los asistentes a formarse. En el fondo se observa propaganda política de elecciones pasadas, lo que confirmaría la reciente filmación.

También circularon fotografías de bolsas transparentes con insumos como papel higiénico, azúcar y productos enlatados. En ellas se aprecia una etiqueta negra con la leyenda “CJNG Octubre 2025” y dos figuras de diablos con tridente.

Hasta el momento, no existe información oficial que confirme cuántas despensas fueron entregadas ni si se trató de un operativo aislado o de una distribución más amplia. Autoridades estatales y federales tampoco han emitido declaraciones sobre la autenticidad de las imágenes ni sobre la procedencia de los insumos.

La entrega de víveres por parte de grupos criminales no es un fenómeno nuevo en México. Tras desastres naturales como los sismos de 2017 o huracanes en Oaxaca y Chiapas, organizaciones como la Unión Tepito, el Cártel del Golfo o Gente Nueva han distribuido despensas y cobijas, muchas veces con etiquetas o símbolos que identifican al grupo.

De acuerdo con especialistas, estas acciones buscan proyectar a los cárteles como “benefactores” en comunidades vulnerables, reforzar su control territorial y disminuir la disposición de la población a denunciar actividades ilícitas. Además, en etapas posteriores a los desastres, suelen aprovechar el deterioro económico y social para captar nuevos integrantes o apropiarse de recursos.