Sanae Takaichi fue nombrada primera ministra de Japón, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo en la historia del país. La decisión fue tomada por el Parlamento nacional, donde obtuvo 237 de los 465 votos en la Cámara Baja, superando por cuatro sufragios el mínimo requerido.

La elección se confirmó tras una segunda ronda en la Cámara Alta, donde Takaichi venció al opositor Yoshihiko Noda, quien obtuvo 125 votos. Su nombramiento se dio luego de que firmara un acuerdo de coalición con el Partido de la Innovación de Japón, lo que le permitió consolidar el apoyo necesario.

Takaichi, de 64 años, es una figura destacada del ala conservadora del Partido Liberal Democrático (PLD) y es considerada heredera ideológica del exmandatario Shinzo Abe. Ha defendido públicamente las políticas del llamado “Abenomics”, impulsadas por Abe durante su gestión.

El cambio de liderazgo se produce tras la renuncia de Shigeru Ishiba, quien dejó el cargo en septiembre luego de los malos resultados electorales que provocaron la pérdida de la mayoría parlamentaria de la coalición gobernante.

En su primera rueda de prensa como jefa de Gobierno, Takaichi reconoció que su mandato será “difícil” y pidió colaboración a la oposición para lograr estabilidad política. Señaló que ni el PLD ni Ishin cuentan con mayoría en ambas cámaras, lo que complica la gobernabilidad.

La nueva primera ministra destacó que su prioridad será encauzar la economía japonesa, afectada por el aumento de precios y la caída real de los salarios. Subrayó la necesidad de trabajar más allá de las diferencias partidistas para mejorar el nivel de vida de la población.